Cuando una persona tiene miedo los latidos del corazón se aceleran, las palmas de las manos suda y los músculos se tensan. El cuerpo pasa a estar en modo alerta. Visto de estar forma, tener miedo no parece una experiencia agradable.
Expertos dicen que enfrentarse a situaciones aterradoras puede ayudar a las personas a desarrollar habilidades de adaptación y resiliencia emocional, lo cual implica poder superar el miedo ante situaciones como esta.
Marc Maldmorf-Andersen, profesor de la universidad danesa de Aarhus, dice que las películas de miedo ayudan a que la gente maneje de mejor manera la incertidumbre.
“Pasar tiempo en estos reinos de ficción puede considerarse casi como una oportunidad para redactar tu propio libro de instrucciones frente a los peores escenarios”, afirmó el investigador.
Uno de los beneficios clave del miedo es su capacidad para aumentar la liberación de adrenalina, lo que, a su vez, puede mejorar la claridad mental y la capacidad de reacción. Este aumento de adrenalina puede ayudarnos a enfrentar situaciones estresantes de manera más eficaz y, a menudo, puede ser un factor motivador para superar obstáculos.
Además, el miedo puede fortalecer nuestros sistemas inmunológicos. Cuando experimentamos miedo, el cuerpo libera cortisol, que puede ayudar a reducir la inflamación y fortalecer nuestras defensas naturales. A lo largo del tiempo, la exposición controlada al miedo puede ayudar a mejorar la resistencia del cuerpo contra enfermedades y afecciones relacionadas con la inflamación.
El miedo también puede ser una herramienta poderosa para superar fobias y ansiedades. La exposición controlada al miedo, en un entorno terapéutico, puede ayudar a las personas a enfrentar sus miedos y fobias de una manera controlada y gradual. Esto ha demostrado ser efectivo en el tratamiento de trastornos de ansiedad y trastornos relacionados.
Sin embargo, es importante destacar que el miedo debe ser experimentado de manera controlada y moderada para obtener estos beneficios. El miedo crónico o extremo puede tener efectos negativos en la salud y el bienestar. Es fundamental encontrar un equilibrio que permita a las personas experimentar el miedo de una manera segura y beneficiosa.