El origen de La Llorona, la legendaria figura de la mujer que llora por sus hijos perdidos, se encuentra arraigado en la obra “La Visión de los Vencidos”, un antiguo testimonio de la conquista de México escrito por el autor mexicano, Miguel León-Portilla. Este libro, basado en relatos orales de los vencidos, ofrece una fascinante perspectiva de la leyenda.
Orígenes en los Mitos Prehispánicos
Los orígenes de la escalofriante figura de Cihuacóatl, más conocida como La Llorona, se remontan a los mitos prehispánicos. En ellos veneraban a diosas como Cihuacóatl, Coatlicue y Tonantzin. Sin embargo, fue alrededor del año 1500 cuando Cihuacóatl empezó a aparecer en el lago de Texcoco. El suceso desconcertó a los sacerdotes que la interpretaron como una premonición de futuros acontecimientos para los mexicas.
La aparición de Cihuacóatl llenó de temor a Moctezuma y su pueblo, ya que los sacerdotes predijeron la llegada de la muerte, la guerra y la esclavitud. Desde lo alto del templo, avistaron una figura blanca, con cabello peinado como dos pequeños cuernos en la frente y una larga cola de tela ondeante al viento. Su desgarrador grito resonaba en los oídos de todos: “¡Ayyy mis hiiijooosss! ¿Dónde los llevaré para que escapen de tan funesto destino?”.
Después de La Conquista…
Después de La Conquista, el sacerdote Fray Bernardino de Sahagún interpretó esta leyenda como una advertencia sobre la inminente destrucción del imperio mexica. Predijo la llegada de hombres extraños desde el Oriente que someterían al pueblo y a Moctezuma, y que sus dioses serían humillados por dioses más poderosos. Estos hombres de Oriente resultaron ser los españoles liderados por Hernán Cortés, y su llegada desencadenó atrocidades, epidemias, asesinatos y violaciones.
La leyenda de Cihuacóatl, también conocida como La Llorona, se originó en este contexto histórico. Se dice que al sonar las campanas de medianoche, una misteriosa mujer vestida de blanco con el rostro cubierto por un velo recorre las calles. Algunos afirman que flota, otros que carece de rostro y unos más que su aullido desgarrador se asemeja al de una ambulancia.
Cihuacóatl muestra tres rasgos característicos: sus lamentos nocturnos, la asociación con el agua debido a la cercanía de Aztlán y Tenochtitlán. Además de su papel como patrona de las cihuateteo, mujeres muertas en parto que bajan a la tierra en ciertos días para asustar en las encrucijadas de los caminos y poner en peligro a los niños. Esta leyenda perdura como un recordatorio oscuro de los terrores de La Conquista y la fusión de mitos prehispánicos con la historia colonial.
Visión de la Historia y la Mitología de los Pueblos Indígenas
Es así como “La Visión de los Vencidos” proporciona una valiosa visión de la historia y la mitología de los pueblos indígenas de México durante La Conquista Española. Esta narrativa perdura como un recordatorio de la complejidad y el sufrimiento que rodeó este período histórico.
La leyenda de La Llorona, a través del prisma de “La Visión de los Vencidos”, también ilustra cómo las narrativas culturales pueden evolucionar y adaptarse con el tiempo. La historia de La Llorona ha perdurado durante siglos, transformándose en un mito arraigado en la cultura mexicana y latinoamericana.
En resumen, el origen de La Llorona, tal como se describe en los relatos, arroja luz sobre la complejidad de la historia y la mitología de México antes y durante La Conquista. Esta leyenda perdura como un recordatorio de la profunda aflicción que experimentaron los pueblos indígenas en ese período y la intrincada relación entre mito y realidad en la narrativa histórica.
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