Por: Freddy Serrano Díaz
No queremos más elegidos barriendo y limpiando parques, la campaña se acabó luego, gobierne, haga realidad lo que motivó su elección y cuéntelo adecuadamente.
¿Cuantas ilusiones, sueños y promesas, quedan tras una contienda democrática y que algunos rápidamente sepultan en el olvido?… ¿quién termina gobernando?, ¿son los equipos de un mandato como los esperábamos?, hay tantas preguntas por hacer y tantas respuestas de las que se encarga el tiempo.
El inconformismo sucede la emoción del triunfo, la tristeza del derrotado una nueva oportunidad que bien puede traducirse en ventaja, en fin, llegó el momento de la verdad tras la mentira de la campaña.
Algunos cumplimos el deber ciudadano de votar y otros se abstienen, ahora bien, todos esperamos una realidad con menos corrupción y más decisiones que representen los intereses de la población.
También esperamos que los candidatos que pierden, acepten los resultados y respeten la voluntad de los votantes, que opten por trabajar en otros proyectos, que iñapoyen a su gente en futuras elecciones o se dediquen actividades fuera de la política.
De nuestra parte nos queda que, de ser necesario, debamos ejercer presión ciudadana y participación activa para exigir transparencia y rendición de cuentas.
Quién gana obtuvo un voto mayoritario de confianza, no totalitario, ojalá entienda que el adversario ahora es su amigo y si lo invita a hacer parte, eso le permitirá seguir sumando y no estancarse en fango del ego, la vanidad y la soberbia.