En una decisión histórica, los jefes de las familias reales de Malasia han anunciado que Ibrahim Iskadar, el sultán del estado meridional de Johor, asumirá el trono como el futuro soberano de esta monarquía constitucional y rotatoria. Malasia, conocida por su sistema único en el que nueve familias reales se turnan para ser monarcas durante un período de cinco años, se prepara para la coronación del que será su 17º rey.
Un rol honorífico de gran importancia
A pesar de tener un papel fundamentalmente honorífico, el rey de Malasia es un líder muy respetado, especialmente entre los malayos musulmanes, donde simboliza la autoridad religiosa del islam en el país. Vale la pena señalar que criticar públicamente a la monarquía en Malasia puede resultar en pena de prisión.
Monarquía rotativa en una democracia parlamentaria
Malasia es una democracia parlamentaria en la que el monarca actúa como jefe de Estado, un sistema que se ha mantenido desde la independencia de la antigua colonia británica en 1957. Cada cinco años, una de las nueve familias reales de Malasia tiene el honor de ver a uno de los suyos asumir el papel de rey, lo que convierte a la monarquía en un elemento único y rotativo de la nación.
El próximo líder de Malasia
Ibrahim Sultan Iskandar, de 64 años, asumirá el trono el 31 de enero de 2024, sucediendo al actual rey Al-Sultan Abdullah. A diferencia de algunos de los gobernantes tradicionales de Malasia, el sultán Ibrahim ha estado involucrado en política y ha mantenido una buena relación con el primer ministro Anwar Ibrahim.
Un rey con intereses diversos
Ibrahim Iskadar, también conocido por su gran colección de coches y motocicletas de lujo, posee intereses comerciales que abarcan desde el sector inmobiliario hasta la minería. Además, cuenta con un ejército privado. Su padre, Iskandar, fue rey de Malasia de 1984 a 1989.
Rol ceremonial con influencia
Aunque el rey de Malasia desempeña un papel principalmente ceremonial, su influencia ha aumentado en los últimos años debido a la inestabilidad política prolongada en el país. El rey Al-Sultan participó activamente en la política, eligiendo a los últimos tres primeros ministros del país, ejerciendo poderes discrecionales rara vez utilizados.
Cambios en la política malaya
El rey puede nombrar a un primer ministro que, en su opinión, tiene una mayoría parlamentaria, un poder que rara vez se utilizaba hasta 2020, ya que el primer ministro generalmente es elegido mediante elecciones. El rey Al-Sultan utilizó estos poderes en un período de inestabilidad política desencadenada por la derrota de la Organización Nacional de Malayos Unidos (UMNO), que había gobernado Malasia de manera ininterrumpida desde la independencia hasta 2018.
Un rol influyente en casos de perdón real
En 2018, el predecesor de Al-Sultan, el sultán Muhammad V, otorgó un perdón real a Anwar, quien luego fue encarcelado por cargos de sodomía y corrupción que, según él, tenían motivaciones políticas. El ex primer ministro Najib Razak, encarcelado el año pasado por una condena por corrupción vinculada a un escándalo sobre el fondo estatal 1MDB, solicitó un perdón real, una solicitud que podría ser revisada por el nuevo rey.
