La Singular Belleza del Estadio de Braga
En el mundo del fútbol, la mayoría de los estadios se caracterizan por sus estructuras imponentes y graderías llenas de aficionados. Sin embargo, en Portugal se encuentra una excepción: el Estadio Municipal de Braga. Este estadio se destaca por su singular belleza y su atípica construcción que lo convierten en un lugar especial para los amantes del deporte rey.
Un Estadio Sin Cabeceras
El Estadio Municipal de Braga es conocido por su característica más notable: la ausencia de cabeceras detrás de las porterías. En su lugar, una enorme pared de piedra irregular se alza en un extremo del campo, mientras que en el otro, se encuentran árboles, arbustos y una vista panorámica impresionante de la ciudad de Braga. Esta peculiaridad lo hace único en su clase.
Una Capacidad para 30 Mil Aficionados
El estadio se compone de dos enormes tribunas laterales, cada una con una capacidad de poco más de 15 mil aficionados divididos en dos pisos. En total, puede albergar a 30,286 seguidores del fútbol. El Estadio Municipal de Braga se ha convertido en el escenario para importantes encuentros, incluyendo los de la fase de grupos de la Champions League, donde el Real Madrid ha tenido el honor de jugar.
Una Obra de Arquitectura Innovadora
La construcción del Estadio Municipal de Braga comenzó en 2001 y se completó en diciembre de 2003. La obra llevó a cabo el arquitecto portugués Eduardo Souto, quien diseñó este estadio en preparación para la Eurocopa 2004, que se celebró en Portugal. El estadio se encuentra en medio de las ruinas de una cantera de granito, lo que resultó en una construcción compleja y costosa.
Desafíos y Inconvenientes
A pesar de su singular belleza, el estadio enfrenta algunos desafíos. El primero de ellos es de naturaleza económica, ya que el estadio es propiedad del ayuntamiento y requiere un mantenimiento constante. Hasta 2019, se habían destinado 175 millones de euros para su conservación, muy por encima del presupuesto original de 65 millones. Esto ha llevado al ayuntamiento a considerar su venta, aunque el contrato del Braga con el estadio se extiende hasta 2033.
Factores Climáticos
El Estadio de Braga, al estar prácticamente a la intemperie, es susceptible a las inclemencias del tiempo. Los partidos disputados en invierno y entre semana pueden ser particularmente incómodos para los aficionados, quienes enfrentan fuertes vientos, lluvia y bajas temperaturas.
Retos para los Recogebalones
Incluso los recogebalones enfrentan desafíos únicos en este estadio. Tienen que escalar las paredes de roca para recuperar los balones que quedan atrapados en los arbustos y las ramas.
El Estadio Municipal de Braga es, sin duda, un lugar atípico en el mundo del fútbol, una joya arquitectónica y visual que ha desafiado las convenciones. A pesar de los desafíos económicos y climáticos, su singular belleza lo convierte en un destino especial tanto para los amantes del fútbol como para los amantes de la arquitectura.