Por: Liébano Sáenz
La mejor estrategia electoral, lo mismo para la oposición que para el oficialismo, es construir la sinergia entre la elección nacional y la local. En todo el país habrá comicios locales concurrentes. Cada agrupamiento tiene sus fortalezas y sus debilidades. En apariencia y sólo en apariencia, Morena es imbatible por su presencia en el gobierno federal, pero gobernar no necesariamente favorece, aunque los recursos de que dispone el poder no pueden desdeñarse.
Para la oposición, esta vez el desafío es mayor. No solo carece de la cohesión que da el poder, sino que el Frente representa la suma de diferentes lógicas y proyectos. Estimo que es un error de quienes ven el dilema ciudadanía o partidos. Se requiere de ambos y en todo caso, construir el respaldo de cada cual a partir de su funcionalidad política y fortalezas es lo estratégico.
Para ambos polos lo crítico es la sinergia entre la elección presidencial y la de los Ejecutivos locales y alcaldes. Es así porque el elector en su mayoría vota en el mismo sentido en todas las boletas. El voto diferenciado es asunto de minorías y, sin embargo, puede ser relevante para determinadas elecciones. La cuestión es que son los cargos ejecutivos locales en disputa los que tienen mayor potencial para definir preferencias, concretamente los ayuntamientos, que son la autoridad municipal más próxima y la que más impacta a las personas y las familias.
Por los términos en la disputa, es de la mayor importancia el nuevo mapa político en la Cámara de Diputados y el Senado. Lo que está de por medio en 2024 no sólo es el proyecto en el gobierno, sino el de un cambio profundo del edificio democrático y del Estado a partir de la visión de cada una de las opciones. Por esta consideración, la integración de los órganos legislativos locales y federales se vuelve crítica. Sin embargo, es difícil que el elector resuelva su intención de voto a partir de esta circunstancia.
Por eso, estratégicamente, los cargos locales revisten la mayor importancia. Desde luego que la disputa por la Presidencia es fundamental. Sin embargo, lo regional adquiere hoy la mayor trascendencia. Quien lo entienda mejor y lo resuelva a partir de los hábitos del votante, sacará lo mejor de todas las contiendas de junio de 2024