A lo largo de más de 300 millones de años, los mamíferos han prosperado en nuestro planeta, resistiendo las fluctuaciones climáticas y las extinciones masivas. Sin embargo, un estudio reciente publicado en Nature Geoscience plantea que la futura formación de un supercontinente podría poner en riesgo la supervivencia de estos seres vivos.
Es importante destacar que los mamíferos se convirtieron en la clase dominante de animales solo después de la extinción del Cretácico-Paleógeno, que ocurrió hace aproximadamente 66 millones de años. La amplia distribución de los mamíferos en todos los biomas terrestres se debe a su capacidad de adaptación exitosa a los cambios de temperatura durante el Cenozoico.
Es poco probable que el cambio climático antropogénico cause la extinción de los mamíferos. Incluso en un escenario en el que todos los combustibles fósiles fueran quemados, las temperaturas promedio aumentarían en 12 ºC por encima de los niveles preindustriales para el año 2300. Aun así, afortunadamente la mayor parte de la Tierra seguiría siendo habitable.
Sin embargo, a largo plazo, la reconfiguración continental plantea una amenaza potencial. En un período de unos 250 millones de años, se prevé que los continentes actuales se fusionen para formar el supercontinente Pangea Última, y existe la posibilidad de que las condiciones climáticas en la Tierra en ese momento resulten inadecuadas para la supervivencia de los mamíferos.
El estudio
Un equipo internacional de científicos llevó a cabo modelos predictivos para evaluar cómo serían las condiciones climáticas en el futuro supercontinente y si serían adecuadas para la vida de los mamíferos. Para lograr esto, utilizaron el modelo de circulación general atmósfera-océano-tierra HadCM3L, el modelo biogeoquímico SCION, y el modelo dinámico de cobertura terrestre TRIFFID.
Por otro lado, es importante destacar que la constante solar está experimentando un aumento del 2,5% en un período de 110 millones de años. Esta métrica se refiere a la potencia total de radiación solar que incide sobre cada metro cuadrado de la superficie terrestre, que actualmente se encuentra en 1.364,95 vatios por metro cuadrado.
Los modelos arrojaron resultados preocupantes. Debido al aumento del calentamiento de la superficie terrestre por la intensificación de la radiación solar, el incremento de las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera y la fusión de continentes, se espera que en Pangea Última, dentro de 250 millones de años, el clima sea marcadamente continental y prácticamente inhóspito para los mamíferos.
De acuerdo con los resultados, la concentración media a largo plazo de dióxido de carbono se situaría en alrededor de 621 ppm (partes por millón). Esto tendría un impacto directo en la habitabilidad de la Tierra, ya que con una concentración de CO2 de 556 ppm, solo el 16% de la superficie terrestre estaría habitada, y con 1120 ppm, apenas el 8%.
Extinciones
En la época de Pangea, los niveles de CO2 pasaron de 200 ppm a 2,100 ppm, elevando las temperaturas de 10°C con respecto a la actualidad. Por el momento, el nivel de CO2 se mantiene en 416 ppm. Si supera los 560 ppm en el futuro, podríamos enfrentar una extinción masiva, similar a las cinco grandes extinciones del pasado.
Los modelos predicen que este escenario ocurrirá en Pangea Última. Si hay menos agua dulce en las regiones interiores, los bosques podrían secarse, lo que liberaría más CO2. En el peor de los casos, las temperaturas promedio en Pangea Última alcanzarían los 46.5°C al mes, lo que sería letal para la mayoría de los mamíferos.
Algunos roedores nocturnos podrían sobrevivir, así como mamíferos migratorios especializados. Sin embargo, desiertos cubrirían Pangea Última, dificultando la migración. Aunque la adaptación evolutiva es posible, estudios recientes indican que los límites de tolerancia al calor de los mamíferos no han cambiado con el tiempo.
Los científicos destacaron la importancia de varios factores en la habitabilidad de los planetas, incluyendo la continentalidad, la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera y el valor de la constante solar.
Extinciones
En la época de Pangea, los niveles de CO2 pasaron de 200 ppm a 2,100 ppm, elevando las temperaturas de 10°C con respecto a la actualidad. Por el momento, el nivel de CO2 se mantiene en 416 ppm. Si supera los 560 ppm en el futuro, podríamos enfrentar una extinción masiva, similar a las cinco grandes extinciones del pasado.
Los modelos predicen que este escenario ocurrirá en Pangea Última. Si hay menos agua dulce en las regiones interiores, los bosques podrían secarse, lo que liberaría más CO2. En el peor de los casos, las temperaturas promedio en Pangea Última alcanzarían los 46.5°C al mes, lo que sería letal para la mayoría de los mamíferos.
Algunos roedores nocturnos podrían sobrevivir, así como mamíferos migratorios especializados. Sin embargo, desiertos cubrirían Pangea Última, dificultando la migración. Aunque la adaptación evolutiva es posible, estudios recientes indican que los límites de tolerancia al calor de los mamíferos no han cambiado con el tiempo.
Los científicos destacaron la importancia de varios factores en la habitabilidad de los planetas, incluyendo la continentalidad, la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera y el valor de la constante solar.