Descubriendo la Inteligencia en Medusas
En un sorprendente hallazgo científico, investigadores han revelado que existe una especie de medusas que carece de cerebro y, sin embargo, son capaces de aprender. Este descubrimiento desafía las nociones convencionales sobre la cognición y plantea preguntas importantes sobre la naturaleza del aprendizaje y la memoria.
Medusas Sin Cerebro: Un Fenómeno Asombroso
Un estudio publicado en la revista Current Biology ha arrojado luz sobre la sorprendente capacidad de aprendizaje de las medusas. Científicos de las universidades de Copenhague en Dinamarca y Kiel en Alemania realizaron esta investigación, centrando su atención en una especie de medusa conocida como cubomedusa o medusa caja, científicamente llamada Tripedalia cystophora. Estas medusas, que habitan en los manglares del Caribe y en el Indopacífico, son conocidas por su veneno mortal y su tamaño de casi un centímetro de largo.
El Descubrimiento Inesperado
Lo que hace que este descubrimiento sea aún más fascinante es que estas medusas carecen de un cerebro centralizado. Mientras que los seres humanos tienen aproximadamente cien mil millones de células nerviosas en sus cerebros, estas medusas solo poseen alrededor de mil. A pesar de esta aparente simplicidad, los científicos descubrieron que el sistema nervioso de estas medusas es más complejo de lo que se pensaba.
El neurobiólogo de la Universidad de Copenhague, Anders Garm, lideró la investigación durante más de una década. Su estudio se centró en la forma en que estas medusas se desplazan entre los manglares para cazar crustáceos. Garm notó que era crucial para estas criaturas evitar las raíces para evitar lesiones.
Aprendizaje Asociativo en Medusas
Cuando el equipo de científicos recreó las condiciones en las que cazan estas medusas, hicieron un descubrimiento revelador. Las medusas prestaban atención al contraste de color entre las raíces y el agua para determinar las distancias seguras para cazar y esquivar las raíces. Esto llevó a los investigadores a concluir que estas medusas poseen una forma de aprendizaje asociativo.
El aprendizaje asociativo implica que las medusas pueden aprender de sus experiencias y evitar repetir acciones que conduzcan a resultados negativos. En particular, las medusas parecen registrar el contraste de color y su experiencia de moverse de manera inadecuada. Después de tres o cinco intentos fallidos, aprenden a evitar las colisiones con las raíces. Es importante destacar que este proceso de aprendizaje se lleva a cabo a una velocidad comparable a la de animales con cerebros más complejos, como los ratones.
Implicaciones Profundas
Este descubrimiento plantea preguntas intrigantes sobre la naturaleza del aprendizaje y la memoria. La capacidad de aprendizaje de estas medusas sin cerebro sugiere que la cognición puede ser más diversa y adaptable de lo que se creía anteriormente en el reino animal. Además, podría proporcionar información valiosa para comprender mejor la memoria y las enfermedades relacionadas con la demencia.
Este estudio nos recuerda la asombrosa diversidad de la vida en la Tierra y la importancia de seguir explorando y aprendiendo sobre nuestro mundo natural. Aunque estas medusas carecen de un cerebro centralizado, su capacidad de aprender ofrece una visión única de la inteligencia en el reino animal.
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