La agencia espacial estadounidense NASA está a punto de recibir una entrega celestial en forma de muestras tomadas del asteroide Bennu por su nave robótica OSIRIS-REx. Este evento, programado para el 24 de septiembre de 2023, marca un hito en la exploración espacial y promete arrojar luz sobre los misterios del universo.
El Origen de la Misión
La misión OSIRIS-REx se puso en marcha el 8 de septiembre de 2016 con un objetivo ambicioso: llegar al asteroide Bennu, estudiarlo y recolectar muestras de su superficie. Este asteroide, que se encuentra a millones de kilómetros de la Tierra, ofrecía la oportunidad de obtener valiosa información sobre la composición y el origen del sistema solar.
La Recolección de Muestras
La sonda OSIRIS-REx llegó a Bennu en diciembre de 2018 y, durante más de dos años, llevó a cabo una detallada inspección del asteroide. El momento cumbre de la misión tuvo lugar el 20 de octubre de 2020, cuando la nave espacial descendió a la superficie de Bennu, “aterrizó” brevemente y recolectó una muestra de rocas y polvo. Esta hazaña marcó un hito histórico, ya que fue la primera vez que la NASA tomó muestras de un asteroide.
El Retorno a la Tierra
Inmediatamente después de recolectar las muestras, OSIRIS-REx encendió sus propulsores durante 30 segundos para retroceder y evitar un hundimiento más profundo en la superficie de Bennu, que se asemeja a una alberca de pelotas. Posteriormente, en 2021, la sonda volvió a encender sus propulsores durante 30 segundos para impulsar su trayectoria de regreso a la Tierra.
La Entrega de las Muestras
El proceso de entrega de las muestras a la Tierra es un desafío técnico impresionante. La nave debe acercarse a nuestro planeta a una velocidad y dirección precisas para permitir que la cápsula de retorno de muestras ingrese a la atmósfera. Una vez que OSIRIS-REx esté a unos 250 kilómetros de la superficie terrestre, la cápsula se separará y aterrizará en paracaídas en el campo de pruebas y entrenamiento de la Fuerza Aérea de Utah, en el Gran Desierto del Lago Salado, en Estados Unidos.
La Investigación Futura
Una vez en la Tierra, la cápsula será transportada al Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, donde los científicos seleccionarán, distribuirán y estudiarán las muestras cuidadosamente. Estos fragmentos del asteroide Bennu pueden contener valiosos secretos sobre la formación de nuestro sistema solar y la composición de los elementos primordiales de la vida.
Un Futuro Incierto con Bennu
Recientemente, el equipo detrás de OSIRIS-REx publicó un estudio sobre las posibilidades de que Bennu colisione con la Tierra en el futuro. Según sus investigaciones, existe una probabilidad remota de que esto ocurra en el año 2182, con una probabilidad de 1 entre 2 mil 700, o un 0.037%. Sin embargo, si tal impacto llegara a ocurrir, liberaría una asombrosa cantidad de energía, equivalente a 24 veces la de la mayoría de las armas nucleares desarrolladas por la humanidad.
La llegada de las muestras de Bennu representa un emocionante hito en la exploración espacial y una oportunidad única para desentrañar los secretos de nuestro sistema solar.