XÓCHITL Y CLAUDIA

 

Por Adriana Delgado Ruiz

Una de ellas será la próxima presidenta de México. Xóchitl y Claudia son mujeres con trayectorias acreditadas en la administración pública y la vida política. Sus designaciones no fueron producto de cuotas de género, sino de competencias internas en Morena y la alianza opositora.

Ninguna de ellas dejó de ser puntera en los meses previos a las encuestas formales, de acuerdo con los estudios demoscópicos de El Heraldo de México. Al final, en la encuesta morenista Claudia Sheinbaum ganó por amplio margen y la del Frente Amplio por México no se concretó dado que todos los dirigentes y aspirantes se pronunciaron previamente por Xóchitl Gálvez.

Claro, luego de un proceso no contemplado en la ley, en que se utilizó dinero público y las autoridades electorales terminaron “legislando” y regulando sobre la marcha, incluso con prohibiciones como la de hacer propuestas de gobierno, cuando ese tendría que ser el punto central de cualquier contienda política.

Pasado ese proceso, las propuestas sí deben aparecer claramente en las plataformas electorales.

Xóchitl y Claudia tienen una responsabilidad especial en el tema de las mujeres, mucho más allá de la equidad de género en el ámbito político. Es imperativo erradicar la discriminación, el acoso, la violencia y los feminicidios, que son 11 diarios en promedio, con iniciativas que homologuen un tipo penal nacional, un protocolo único de investigación, instancias de atención bien capacitadas en perspectiva de género y una cultura bien arraigada de respeto a las mujeres y a la vida.

Más de 11 y medio millones de familias están encabezadas por una mujer. 38 millones de mexicanas son madres solteras. A todas ellas, como al resto de la población, les importa mucho que se recupere la seguridad en las calles y dejar de vivir con la zozobra de la violencia o de un hijo desaparecido.

En educación, además de una buena calidad académica, alejada de ideologías, es importante recuperar espacios como las escuelas de tiempo completo, las instancias infantiles y los desayunos escolares, que significan grandes apoyos para las madres trabajadoras que contribuyen al desarrollo del país.

Servicios de salud con los medicamentos necesarios, clínicas en buen estado y hospitales equipados, son asignaturas pendientes y fundamentales. Recuperar la economía y el poder adquisitivo de sus bolsillos es básico para el bienestar.
Xóchitl y Claudia entienden bien esas cuestiones.

Xóchitl fue comisionada para el desarrollo de los pueblos indígenas, posición desde la que gestionó la electrificación en comunidades apartadas como en la Selva Lacandona y la Sierra Tarahumara, e impulsó proyectos productivos. Como legisladora ha trabajado en iniciativas sobre los derechos de las trabajadoras del hogar y los derechos de los pueblos originarios. Fue candidata al gobierno del estado de Hidalgo donde, contra muchos pronósticos, terminó en segundo lugar con el 45.23 por ciento de los votos, lo que mostró la verdadera dimensión de su peso político, que continuó durante su gestión como jefa delegacional en Miguel Hidalgo, en la CDMX.

Claudia viene de haber gobernado la ciudad más grande y compleja del país. Declaró alerta de género, estableció la línea SOS *765, creó los centros comunitarios “Pilares” como espacios de educación y aprendizaje de oficios, y otras iniciativas para recuperar espacios públicos. Afín al pensamiento político del presidente López Obrador, tiene una sensibilidad significativa en cuanto a los temas de equidad de género. Su formación profesional como científica ambiental, también le da perspectiva sobre las energías limpias y el cambio climático.

Que la llegada de la primera presidenta de la República signifique una nueva era para las mujeres mexicanas.