Por Clara Villareal
Un pasado moldeado, un pensamiento colectivo influenciado, el morbo arraigado y un influencer histórico.
El pensamiento colectivo, como un río que fluye entre las mentes de la sociedad, ejerce un poderoso influjo en la forma en que percibimos el mundo. Surge de la interacción, compartiendo creencias, valores y narrativas que se entrelazan para formar la cultura y la identidad de una comunidad. A menudo, este pensamiento se moldea por la historia, los medios de comunicación y las interacciones sociales, dando forma a perspectivas compartidas y decisiones colectivas. Sin embargo, su naturaleza maleable también plantea la importancia de examinar críticamente las fuentes y construcciones que lo moldean, en pos de comprender mejor cómo da forma a nuestras interpretaciones y elecciones.
La historia actúa como un espejo que refleja nuestras raíces y moldea nuestro presente. A través de los eventos pasados, comprendemos la evolución de la humanidad, los logros y errores que han forjado nuestra sociedad. Nuestra cultura, valores y decisiones son intrínsecamente influenciados por las lecciones aprendidas y los legados dejados por generaciones anteriores.
La serie documental “Secrets of Playboy” lanzada en 2022, busca desvelar las verdades ocultas detrás del estilo de vida y el imperio de Hugh Hefner, arrojando luz sobre aspectos desconocidos de su vida y su controvertido legado. Además, se explora el abuso sexual nunca antes ventilado por parte de sus invitados especiales dentro de la Mansión PlayBoy, revelando cómo Hefner silenció estos abusos para mantenerse en círculos poderosos, ocultando escenas de violencia física y psicológica hacia muchas mujeres.
Para muchos, Hefner fue objeto de envidia y admiración por parte de los hombres, quienes veían en él un símbolo de éxito y libertinaje. Sin embargo, para otros, su figura representó algo más oscuro, tachándolo de ser un monstruo debido a sus prácticas y actitudes hacia las mujeres.
La expresión “The girl next door” (La vecinita) es ampliamente utilizada en Estados Unidos para referirse a una persona que paradójicamente, se involucra en fotografías de naturaleza pornográfica. Esta figura no encaja en el perfil de una modelo profesional ni de una pr*stitut@, pero de alguna manera obtiene ganancias de esta actividad.
La serie “The Girls Next Door” fue lanzada en 2005 por E! Entertainment Television y constó de 78 episodios que seguían la vida de Hugh Hefner y sus novias oficiales: Holly Madison, Kendra Wilkinson y Bridget Marquardt, dentro de la Mansión Playboy. La serie no solo se centraba en su estilo de vida en la mansión, sino que también mostraban sus fiestas, regalos, lujos, y se presentaba a Hefner como un “sugar daddy” que promovía el poliamor con tres novias jóvenes, atractivas y hermosas.
La serie logró cautivar a un público amplio, incluyendo a menores de edad, lo que añade una capa de complejidad a su impacto en el pensamiento colectivo. Al presentar ciertos ideales y dinámicas de relaciones a una audiencia joven y en proceso de formación, la serie influyó en la percepción de conceptos como el éxito, la belleza y las relaciones interpersonales. Esto destaca la importancia de evaluar críticamente cómo los medios de comunicación pueden moldear las creencias y aspiraciones de la sociedad, especialmente entre aquellos que están en etapas formativas de su vida.
Finalmente, la serie documental y el legado del influencer Hefner es un recordatorio de nuestra historia y a lo que nos llevó a consumir este contenido en la televisión, ahora nos invita a una pregunta crucial: si la fascinación por el morbo nos llevó a engrandecer a una figura con tintes psicopáticos en el pasado, ¿a quién estamos enalteciendo en la actualidad a través de las redes sociales?
Esta interrogante es un llamado a la autorreflexión sobre nuestras elecciones en línea y cómo estas afectan nuestra percepción de la realidad y los modelos a seguir que adoptamos. En un entorno en el que las redes sociales juegan un papel crucial en la formación de ídolos y modelos a seguir, es esencial considerar cuidadosamente a quiénes elegimos seguir y admirar.