Cuando se busca abandonar el hábito de fumar, es común considerar alternativas como el vapeo o los cigarros electrónicos para facilitar la transición desde el tabaco convencional. Aunque el vapeo ganó popularidad hace años como una opción “más saludable”, la investigación actual arroja dudas sobre esta percepción.
Comparando los riesgos: Vapeo vs. Fumar
Michel Corban, MD, cardiólogo intervencionista de Banner Health en Tucson, AZ, nos brinda un análisis de cuatro riesgos fundamentales asociados con el vapeo y argumenta por qué es recomendable evitarlo.
Riesgo 1: El vapeo no facilita el abandono del tabaco
A pesar de la promoción de los cigarrillos electrónicos como herramientas para dejar de fumar, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) no respalda estas afirmaciones. Además, investigaciones indican que el vapeo puede fomentar la adicción, llevando a los usuarios a reemplazar un hábito con otro o incluso combinar ambos.
Riesgo 2: Sustancias tóxicas en los cigarrillos electrónicos
Si bien los cigarrillos electrónicos no generan humo como los convencionales, contienen miles de sustancias químicas tóxicas similares. La nicotina, presente en muchas variantes, puede combinarse con químicos dañinos como formaldehído, acetato de vitamina E y otros metales pesados, planteando riesgos para la salud.
Riesgo 3: Efectos negativos en corazón y pulmones
Los riesgos cardiovasculares y pulmonares asociados con el tabaquismo también se extienden al vapeo. Estudios señalan un mayor riesgo de ataques cardíacos, enfermedad de las arterias coronarias, así como depresión y ansiedad entre usuarios de cigarrillos electrónicos. La nicotina puede aumentar la presión arterial y dañar el sistema cardiovascular, mientras que las toxinas en el vapor afectan el revestimiento de los vasos sanguíneos.
Riesgo 4: Atracción hacia los jóvenes
La popularidad de los cigarrillos electrónicos ha alcanzado a los jóvenes, con un preocupante número de adolescentes y adultos jóvenes adoptando el vapeo. Cerca del 30% de los estudiantes de último año de secundaria admiten haber vapeado en el último mes. Esto plantea inquietudes sobre el impacto a largo plazo en la salud y su potencial como puerta de entrada al tabaquismo convencional.
¿Cómo dejar de fumar?
Si la meta es dejar de fumar, es crucial buscar ayuda profesional en lugar de recurrir al vapeo. Para aquellos que ya han comenzado, es aconsejable trabajar con un proveedor de atención médica para encontrar un plan efectivo para abandonar el hábito. El Dr. Corban enfatiza que dejar de fumar en todas sus formas es vital para revertir los efectos adversos y reducir el riesgo de problemas cardíacos, trastornos pulmonares, ansiedad y depresión, tanto en adultos como en jóvenes.
Aún no se conocen bien los efectos a largo plazo de los cigarrillos electrónicos. Sin embargo, la ciencia indica claramente que el vapeo no es una alternativa segura ni saludable al consumo de tabaco.
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