El 14 de agosto se activaron cazas Typhoon de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) en respuesta a la presencia de dos bombarderos rusos que entraron en la “zona de vigilancia aérea de la OTAN” en el norte de Escocia.
Los Eurofighter Typhoon británicos despegaron desde la base de Lossiemouth, preparados para la interceptación y monitoreo de los bombarderos rusos de largo alcance. El secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, James Heappey, confirmó que esta medida tenía como objetivo neutralizar cualquier potencial amenaza al territorio británico, subrayando el compromiso de la RAF con la seguridad nacional.
Rusia reporta vuelos de patrullaje con acción en diversos mares
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa ruso anunció que los bombarderos rusos Tu-160, Tu-95MS y Tu-22M3 llevaron a cabo misiones de patrullaje sobre aguas neutrales en diferentes áreas, incluyendo los mares Báltico, Noruega, Barents y el Océano Glacial Ártico. Las aeronaves rusas fueron escoltadas por cazas Su-35S, Su-27 y MiG-31, y el comandante en jefe de la aviación rusa de largo alcance, teniente general Serguéi Kobilash, afirmó que todos los vuelos se realizaron conforme a las normas internacionales de uso del espacio aéreo.
Vigilancia en el espacio aéreo por parte de Países Bajos
Simultáneamente, el Gobierno neerlandés ordenó la activación de dos cazas F-16 para interceptar a dos bombarderos rusos que se dirigían hacia el espacio aéreo vigilado por Países Bajos para la OTAN. Estos bombarderos rusos habían sido previamente detectados por Dinamarca. La respuesta de los Países Bajos evidencia la cooperación entre las naciones aliadas de la OTAN en la monitorización y seguridad del espacio aéreo en la región.
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