Una serie devastadora de incendios forestales en la pintoresca isla de Maui ha llevado a escenas desgarradoras de residentes lanzándose al mar en un intento desesperado por escapar de las implacables llamas y el asfixiante humo. A medida que el fuego avanza rápidamente alimentado por fuertes ráfagas de viento, la población local enfrenta una crisis sin precedentes, con sistemas de comunicación interrumpidos y recursos médicos al borde del colapso.
Los incendios forestales, avivados por el huracán Dora, han alcanzado proporciones catastróficas, desafiando los esfuerzos de los equipos de emergencia y sumiendo a la isla en un estado de caos y desesperación. La situación ha llevado a la población a tomar medidas drásticas para proteger sus vidas, incluido lanzarse al mar como último recurso.
La vicegobernadora de Hawái, Sylvia Luke, en una entrevista con CNN, expresó la gravedad de la situación: “El 911 no funciona. El servicio de telefonía móvil no funciona. El servicio telefónico no funciona”. La falta de comunicación ha dejado a los habitantes en una posición vulnerable, incapaces de solicitar ayuda o acceder a información crucial.
Los hospitales locales se han visto abrumados por pacientes que sufren quemaduras y problemas respiratorios debido al humo tóxico que se cierne sobre la isla. El sistema de atención médica está al borde del colapso mientras los profesionales de la salud luchan por hacer frente a la creciente afluencia de víctimas. Además, la falta de electricidad ha afectado a alrededor de 14 mil hogares y negocios en Maui, sumiendo a la comunidad en la oscuridad y complicando aún más los esfuerzos de rescate y recuperación.
En respuesta a esta emergencia, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha tomado medidas para supervisar directamente la situación. La Casa Blanca ha estado en contacto con funcionarios estatales y locales para evaluar el alcance de la crisis y coordinar los esfuerzos de ayuda. Mientras tanto, drones han registrado imágenes impactantes de la extensión de los incendios forestales hacia el norte de Maui, en la región de Kihei.
Clint Hansen, un residente local, describió la situación como apocalíptica: “La gente está saltando al océano para escapar de las llamas, siendo rescatados por la Guardia Costera. Se está pidiendo a todos los propietarios de embarcaciones que rescaten a la gente”. La Guardia Costera ha estado realizando operaciones de rescate en el área, salvando a docenas de personas que se aventuraron en el agua en busca de seguridad.
En un rescate reciente, la Guardia Costera logró salvar a una docena de personas cerca de Lahaina después de que saltaran al océano para evitar ser alcanzados por las llamas y el humo. Estos valientes esfuerzos de rescate son un testimonio de la unidad y la determinación de la comunidad de Maui en medio de esta devastadora crisis.
Mientras la isla enfrenta una batalla feroz contra los incendios forestales, la atención y los recursos se centran en proteger vidas y propiedades, así como en proporcionar apoyo médico y logístico a los afectados. La resiliencia de la población local y el apoyo internacional son cruciales para superar esta prueba devastadora y comenzar el proceso de recuperación.
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