La noche del martes 25 de julio de 2023, numerosos habitantes de los estados mexicanos de Jalisco, Colima y Michoacán fueron testigos de un asombroso evento celestial que dejó perpleja a la población. Una serie de videos y fotografías comenzaron a circular en redes sociales, mostrando la caída de un objeto luminoso que atravesó el cielo nocturno de manera impresionante y que posteriormente generó una enigmática onda de choque.
La espectacularidad del fenómeno y las especulaciones sobre su origen despertaron la curiosidad de muchos, lo que llevó a cuestionar si se trataba de un meteorito o de algo más desconocido, como un Objeto Volador No Identificado (OVNI).
Los avistamientos se registraron en distintas ciudades de los tres estados mencionados, y las personas describieron cómo el cielo oscuro se iluminó abruptamente con la presencia del extraño objeto. Además del impresionante destello, varios pobladores afirmaron haber escuchado un fuerte estruendo que acompañó al avistamiento.
¿Era realmente un meteorito, o acaso pueden ser visitantes de otro mundo?
Para arrojar luz sobre el enigma, se recurrió al Centro Universitario de Estudios Vulcanológicos (CUEV), un prestigioso centro de investigación dedicado al monitoreo y estudio del volcán de Colima. Los especialistas del CUEV analizaron los videos compartidos en redes sociales y concluyeron que se trataba, de hecho, de un fenómeno meteorológico conocido como “bólido”.
Un bólido es un meteoro fulgurante que, a medida que atraviesa la atmósfera terrestre, genera una estela luminosa debido a la fricción con el aire. En algunos casos, estos meteoros pueden explotar al entrar en contacto con la atmósfera y generar un estallido luminoso acompañado de un sonido atronador.
Según los expertos del CUEV, el objeto que sorprendió a los habitantes de Jalisco, Colima y Michoacán fue, precisamente, uno de estos bólidos. Al entrar en la atmósfera, el meteoro generó una onda de choque que fue detectada por los sismómetros y sensores de infrasonido del centro de investigación.
Es importante destacar que este tipo de fenómenos no son infrecuentes y no representan un peligro significativo para la población, ya que la gran mayoría de los bólidos tienden a desintegrarse en el aire antes de tocar la superficie terrestre.
Aunque la explicación científica proporcionada por el CUEV aclara la naturaleza del objeto observado en el cielo, el asombro y el misterio que rodean a estos eventos siempre despiertan la imaginación y la fascinación de aquellos que son testigos de estos espectáculos naturales.
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