Por Azul Etcheverry Aranda
El día 4 de julio, fecha en que el Frente Amplio por México inició el proceso de selección de su candidato presidencial. Ambos bandos empezaron con señalamientos que van más allá de las propuestas para mejorar la situación del país. Desde acusaciones de violentar la ley electoral hasta hacer mención de los vínculos políticos de cada uno de los contendientes.
En días recientes, hemos visto la subida de popularidad en las encuestas y en las redes sociales de la senadora panista, Xóchitl Gálvez, quien se contemplaba se postularía para la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. La legisladora se ha convertido en la principal atacada por el presidente López Obrador, quien comentó: “… Aclaré ayer que ella es la candidata de la mafia del poder. Para ser más claros, es la candidata de Salinas, es la candidata de Fox, es la candidata de Claudio X. González y de otros traficantes de influencia. Es la candidata de los que quieren regresar por sus fueros porque quieren seguir saqueando al país …”
Quien impulsó la candidatura de la senadora por el Frente, fue el propio presidente Andrés Manuel, ante la negativa de derecho de réplica en su mañanera a la senadora, que obtuvo un amparo a favor cuando el titular del Ejecutivo señaló que la legisladora quería eliminar los programas sociales que esta Administración ha brindado a la ciudadanía.
Por su parte, la contendiente de Morena, Claudia Sheinbaum, declaró en Tamaulipas: “… Yo no quiero entrar a un debate con Xochitl, el tema es el proyecto de nación que representamos, allá representa un proyecto de nación qué quiere regresar al pasado…”. Los otros candidatos han desviado las preguntas que se le ha realizado en torno a la aspirante del Frente.
En la Alianza, el diputado y contendiente panista, Santiago Creel, ha efectuado una serie de declaraciones en contra del gobierno, sobre todo de las acciones que el Ejecutivo hizo durante estos cinco años y que han ido en contra del beneficio de los mexicanos. López Obrador solo ha ironizado sobre sus dichos, pues sostiene que el Frente ya eligió candidato y que él no será el elegido, siendo un candidato eterno.
El legislador panista también ha ido en contra de las “corcholatas” por el uso de recursos para promocionar su imagen en espectaculares a lo largo del país, pues de acuerdo con información del periódico Reforma, el costo por cada espacio publicitario es de 30 mil pesos cada mes, el tiempo mínimo es tres meses por lo que cada uno representa un gasto de 90 mil pesos y se han contabilizado cerca de 720, por lo que el gasto en este rubro es de 64 millones 800 mil pesos que no serán fiscalizados por parte de alguna autoridad.
Debe de preocuparnos esta elección de los candidatos de ambas coaliciones porque todavía no han comentado su visión sobre cómo ir solucionando los problemas que el país enfrenta, en cuanto a salud, economía y bienestar. Aunque compartamos ideas o no sobre los contendientes, como ciudadanos, es también darle seguimiento a sus carreras a lo largo de este sexenio, sobre los casos de corrupción que se han presentado o sobre los logros que se han tenido en la administración y poder ver el alcance en el beneficio de la población. Tener una voz para las próximas elecciones y que nuestra opinión sea escuchada por los aspirantes que buscan la presidencia.