El cacao, ese exquisito tesoro que ha deleitado a la humanidad durante siglos, tiene profundas raíces en México. Este país es el hogar de una sorprendente variedad de bebidas a base de cacao, más de 50 para ser exactos, y es un verdadero paraíso para los amantes del chocolate y las delicias a base de este ingrediente. En una entrevista exclusiva, Patricio Azamar, dueño de la Sotavento Chocolatería, compartió algunos conocimientos sobre esta rica tradición y sus secretos más sabrosos.
Con más de 18 tipos de cacao distintos en México, cada región del país ofrece sus propios matices y sabores, dependiendo de las condiciones climáticas y los suelos en los que se cultiva. Sin embargo, no todos los tipos de cacao son igualmente adecuados para el comercio, ya que muchos de ellos se dan por temporadas específicas, lo que limita su disponibilidad durante ciertas épocas del año. Es aquí donde el cacao criollo se convierte en el protagonista, ya que es el más comercial debido a su capacidad de crecer durante todo el año y su resistencia a diversas temperaturas.
El chocolate, sin lugar a dudas, es el producto más conocido y adorado en el mundo de las bebidas a base de cacao. El proceso de producción del chocolate ha sido perfeccionado a lo largo de los siglos, y se ha convertido en una experiencia culinaria sublime. Sin embargo, no se detiene ahí. La variedad de bebidas a base de cacao que existen en México es sorprendente y va más allá de lo que uno podría imaginar.
Entre las bebidas más emblemáticas y autóctonas encontramos el pozol, una bebida ancestral que se ha mantenido viva a través de las generaciones y que se consume principalmente en el sureste de México. El pozol se elabora con masa de maíz, cacao, agua y sal, y puede ser acompañado con chile o azúcar, según los gustos personales.
El chilate es otro tesoro de la cultura mexicana, popular en el estado de Guerrero. Esta bebida combina cacao, canela, arroz y azúcar, lo que la convierte en una opción refrescante y deliciosa, ideal para las cálidas tardes de verano.
El popo y el bupu son dos bebidas menos conocidas, pero no menos sabrosas. El popo se prepara con masa de maíz, cacao y panela, mientras que el bupu es una mezcla de cacao, maíz, chile y especias que crea una experiencia de sabor única y emocionante.
El pozole, aunque su nombre es similar al famoso platillo homónimo, es una bebida completamente distinta. Se elabora con cacao, maíz y azúcar, y es una opción deliciosa y reconfortante que combina lo mejor de ambos mundos: el cacao y la tradición culinaria mexicana.
Es fascinante cómo el cacao, más allá de sus deliciosos sabores, también cuenta con propiedades beneficiosas para la salud. Preparado adecuadamente, incluso con solo agua, el cacao puede hidratar, activar y mejorar el humor de las personas, sin necesidad de conservadores o endulzantes artificiales. Su contenido de antioxidantes, minerales y vitaminas lo convierte en un elixir natural que, cuando se consume con moderación, puede contribuir al bienestar general.
El cacao es un regalo de la naturaleza que México ha sabido aprovechar y honrar durante siglos. Su riqueza y diversidad se ven reflejadas en la amplia gama de bebidas que deleitan a los paladares más exigentes. Así que la próxima vez que disfrutes de un trozo de chocolate, recuerda que este tesoro es solo la punta del iceberg, y que el cacao ofrece un mundo de posibilidades deliciosas y saludables por descubrir. Sumérgete en el mágico mundo del cacao mexicano y déjate cautivar por su sabor, historia y beneficios.