Comienza la recta final para las elecciones regionales en Colombia.
Por: Freddy Serrano Díaz
Estratega Político
Ser favorito para unas elecciones no necesariamente significa ganarlas, en efecto no habrán de votar por él o la mejor, sí por la o él menos malo, algunos no tienen rival, tampoco tienen aval.
Comienza la recta final para las elecciones regionales en Colombia y muchos sin astucia, por no dar relevancia en medir los tiempos, por confiados o simplemente por que vienen a aprender al final del día como funciona, se quedan sin el aval de las colectividades que respaldan sus aspiraciones.
Durante años, han construido una marca, se han ganado el cariño de la gente, han trabajado duro para consolidar su nombre y liderazgo, se han esforzado en ganar seguidores, pero cuando de encontrar respaldo se trata, llega la decadente aplanadora de algunos partidos y los deja sin apoyo.
Previendo esto muchos dedicaron su esfuerzo a buscar firmas para no depender más que de la misma gente, gastaron más, consolidaron su marca y ahora también están entre los que quieren avales para darle contundencia a la estructura de sus organizaciones.
Apelando al abuso estadístico, una vez más la campaña “express”, esa de tres meses donde hay de todo y para todos los gustos, tiene un votante nuevo que no cree en logos, que ve saturación de contenidos cargados de abrazos, tenis lujosos, camionetas de gama alta, “pra-pra”, muchos cuentos de camino y egos por doquier al servicio de un Mercado cada vez más frágil y distraído.
En definitiva entramos a una etapa donde los vencidos sin aval no tendrán justicia porque quien los juzga es el vencedor, hasta ahora; llega el momento de tener rival y es ese al que no le dieron aval.
Va a ser una buena contienda, “la vida le da las peores batallas a los mejores guerreros”, ganará el mejor en jugar.
