Domingo XII del tiempo ordinario
Por: Sacerdote Daniel Valdez García
En el pasaje del evangelio de hoy Jesús dice 3 veces «No tengan miedo», en la Biblia esta 365 veces, una para cada día del año.
También Jesús dice: «Teman a los que los pueden arrojar a la gehena». Ese lugar a la bien conocido por la gente de Jerusalén y de sus alrededores, era un vertedero, un lugar donde se arrojaban todos los desperdicios, y se le cubría con azufre, también había desechos de animales, incluso se dejaban ahí los cadáveres de personas desconocidas. Por eso también se traduce como infierno pues con el azufre se producían fuegos fatuos.
Cada vez que desperdiciamos nuestra propia vida, nuestra dignidad, nuestra inocencia, nuestra familia, nuestra juventud, nuestro matrimonio, nuestra vocación, nuestros talentos, nuestras virtudes y dones creamos nuestros propios infiernos. Desperdiciar es no darnos cuenta que debemos ser conscientes de no arrojar al desperdicio cuánto es de de gran valor.
Nuestros infiernos es todo aquello que se vuelve contra nosotros por haber desperdiciado todo aquello que no valoramos, comenzando por la propia vida.
Cuidemos de no favorecer nuestras gehenas, nuestros infiernos, sobre todo dejándonos arrastrar por aquellos que en sociedad están dispersos y confundidos descartando y desperdiciando casi todo.