La insurrección de los mercenarios del Grupo Wagner ha planteado un desafío sin precedentes a la autoridad del presidente ruso, Vladimir Putin.
La crisis comenzó cuando el líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin, amenazó con derrocar al mando militar ruso, con el que ya mantenía una relación tensa y al que acusó de atacar a sus propias tropas.
Prigozhin difundió una serie de mensajes afirmando que él y sus tropas habían tomado el control de instalaciones militares en la ciudad de Rostov, en el sur de Rusia. Sin embargo, posteriormente anunció que sus columnas que se dirigían hacia Moscú dieron marcha atrás y regresaron a sus campamentos, tratando de calmar la situación.
¿Qué originó esta rebelión?
Desde hace meses, Prigozhin, líder del grupo paramilitar Wagner, ha estado en conflicto con los altos mandos militares rusos. Los acusa de un pobre desempeño en el campo de batalla, lo cual ha ocasionado bajas en sus filas. Ha señalado en repetidas ocasiones que el ejército ruso no ha provisto adecuadamente a sus mercenarios y ha obstaculizado sus avances con trámites burocráticos, atribuyéndose él las victorias que, según afirma, fueron logradas gracias a los combatientes de Wagner.
El quiebre definitivo se produjo cuando Prigozhin acusó al mando militar ruso de ordenar bombardeos contra las bases de su grupo y de matar a muchos de sus combatientes. Manifestó la necesidad de “poner freno” a los responsables militares y prometió llevar esto hasta el final. También afirmó que sus combatientes habían derribado un helicóptero militar ruso y se habían apoderado de varias instalaciones militares en la ciudad de Rostov.
Aunque se han planteado afirmaciones de que esto es un golpe militar, Prigozhin mismo las considera absurdas. Sin embargo, lo que comenzó como una disputa sobre el suministro insuficiente de equipo y municiones por parte de los militares rusos a sus mercenarios se ha convertido en un desafío directo a los dos líderes de la guerra: el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, y el jefe de las fuerzas armadas, Valery Gerasimov.
Actualmente, no se trata de un golpe, ya que no ha habido un intento de tomar el poder del gobierno. La “compañía militar privada” tampoco representa a los militares, aunque afirma contar con un apoyo generalizado.
Sin embargo, este intento de derrocar a los altos mandos militares de Rusia supone un desafío a la autoridad del presidente Putin. Aunque fue Putin quien permitió la participación de Prigozhin y sus fuerzas en la guerra, ya no tiene control sobre ellos.
¿Cuál fue la reacción de Putin?
Putin calificó la rebelión de Wagner como una “amenaza mortal” para el país y llamó a la unidad. También advirtió que los “traidores” del grupo Wagner enfrentarían un “castigo inevitable”.
El Kremlin había anunciado previamente que se estaban tomando “medidas” contra la rebelión. Se ha reforzado la seguridad en Moscú y en otras regiones como Rostov y Lipetsk. Los gobernadores de Rostov y Voronezh pidieron a los residentes que permanecieran en sus casas y aseguraron que se estaban tomando todas las medidas necesarias para garantizar su seguridad. También se informó sobre un convoy de material militar desplazándose por una carretera local.
En medio del temor y la confusión, Prigozhin decidió frenar la caravana que se dirigía a Moscú y anunció que sus columnas regresarían a los campamentos. Declaró que era un momento en el que podría haber derramamiento de sangre, por lo cual se tomaron esta medida.
¿Cuál es la relación entre Putin y Prigozhin?
Prigozhin, durante mucho tiempo, fue un aliado cercano del presidente Putin y ha prosperado bajo su liderazgo, primero como un exitoso empresario y luego como líder de un grupo mercenario. Sin embargo, ha protagonizado enfrentamientos y ha expresado críticas indirectas hacia Putin, refiriéndose sarcásticamente a él como el “abuelo feliz”. En el mes pasado, incluso cuestionó cómo Rusia podría ganar si resultaba que “este abuelo era un completo idiota”.
Prigozhin culpó a los altos mandos militares de la escasez de municiones y utilizó las redes sociales para exponer las fallas y las divisiones dentro del ejército ruso en Ucrania.
¿Cómo afecta esto al conflicto?
Esta rebelión representa el desafío más grave al que se ha enfrentado Putin durante su largo mandato y es la crisis de seguridad más significativa para Rusia desde que asumió el poder a fines de 1999. Podría desviar la atención y los recursos en medio de la ofensiva en Ucrania y coincide con la contraofensiva anunciada por Kiev para recuperar territorios.
El ejército ucraniano ha declarado que está “observando” el conflicto interno entre Prigozhin y Putin. Por su parte, Moscú ha advertido que el ejército ucraniano está aprovechando la situación para concentrar sus tropas cerca de Bakhmut de cara a una ofensiva.
A nivel internacional, Estados Unidos, Francia y Alemania han manifestado que están siguiendo de cerca la evolución de la situación.
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