En la mesa de análisis para la presentación del libro “Quinientos años de corrupción en México ¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Cómo salimos de aquí?”, moderada por la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), Myrna Araceli García Morón, el investigador e integrante del Comité Académico del Instituto de Investigaciones y Formación en Derechos Humanos del Organismo Defensor, y coordinador de esta obra, Óscar Diego Bautista, propuso el modelo llamado Sistema Ético Integral para solucionar el problema de la corrupción.
La titular de la CODHEM destacó que el tema debe involucrar a toda la sociedad y de manera específica al sector público, pues de acuerdo con el informe del World Justice Project en relación al Índice del Estado de Derecho 2021-2022, 14 entidades de la República, entre ellas el Estado de México, cayeron en puntaje, en gran medida por tres tendencias: el debilitamiento de los contrapesos institucionales a los gobiernos estatales y un cierre del espacio cívico; el deterioro en los sistemas de Justicia Penal, y por último la falta de avances en materia anticorrupción.
El coordinador de este libro, explicó que la obra contiene un recuento histórico del origen de la corrupción en nuestro país hasta el año 2020 y una propuesta que responde a la pregunta ¿Cómo podemos salir de aquí?, a fin de no quedarse en la interpretación, análisis, definición, encuestas o porcentajes de quiénes son más corruptos, sin resolver el problema, pues hay modelos internacionales de solución, pero a veces no se atienden las propuestas de investigadores.
Él propone un modelo que tenga Consejos éticos integrados por expertos en ética, Oficinas de Ética en el gobierno, un marco jurídico ético con una Ley de Ética Pública, marcos normativos con Códigos de Ética, y Profesionales de Ética, para que expliquen los valores, se comprendan, interioricen y apliquen, entre otros elementos.
Comentó que hay quien dice que no hay solución a la corrupción porque los mexicanos somos así, no obstante, no nacemos siendo corruptos ni existe un chip para ello, ante esto, el gran reto de la ética es interiorizar valores; por último, señaló que se necesitan personas conscientes que levanten la voz y servidores públicos íntegros, comprometidos, honestos que den la batalla contra las conductas corruptas.
Los comentaristas del libro fueron los Becarios de la Academia Internacional Anticorrupción de Viena: el vicepresidente mundial y presidente en América Latina de la Organización Mundial de Parlamentarios contra la Corrupción Carlos Alberto Pérez Cuevas, quien resaltó la importancia de invertir en la prevención, sin dejar de lado la detección y sanción, y que la gran aportación del libro es plantear la manera de prevenir la corrupción; y el magistrado del Tribunal de Justicia Administrativa estatal, Luis Octavio Martínez Quijada, quien enfatizó la necesidad de la inteligencia institucional, la perspectiva de derechos humanos y la vinculación con la ética.
