- Cecilia Rivero Gómez, catedrática del Centro Universitario Zumpango de la UAEMéx sostuvo que es evidente la falta de interés que existe en la sociedad de participar como donantes.
- A nivel nacional, precisó, las estadísticas muestran que la mayor parte de la sangre obtenida proviene de donaciones realizadas en instituciones públicas, particularmente en los centros estatales de la Transfusión Sanguínea y en dependencias pertenecientes al IMSS.
La donación altruista de sangre salva vidas, afirmó la catedrática del Centro Universitario Zumpango de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), Cecilia Artemisa Rivero Gómez, a propósito del Día Mundial del Donante de Sangre, que se celebra el 14 de junio.
Ésta, dijo, es la práctica más importante para obtener hemoderivados destinados a transfundirse a miles de pacientes que lo requieren debido a diversas condiciones médicas, ya sea de forma permanente como lo es en caso de algunas patologías crónicas como la anemia falciforme y ciertas talasemias o bien, en casos de extrema urgencia en los cuales se encuentra comprometida la vida.
En diferentes foros, dijo la química farmacéutica bióloga, es recurrente la afirmación de que “la necesidad de sangre es universal”; sin embargo, la oportunidad de acceder a ella no necesariamente es así, siendo inclusive en ocasiones un privilegio.
En la actualidad, lamentó, es evidente la falta de interés que existe en la sociedad de participar como donantes. Estadísticas recientes muestran que, del total de donaciones de sangre a nivel mundial, 40 por ciento ocurre en los países de ingresos altos, en los que reside sólo 16 por ciento de la población.
En América Latina, puntualizó, la donación altruista ha caído en un 20 por ciento, sobre todo a partir de la pandemia de COVID-19, y en el caso particular de México, éste ocupa el último lugar en Latinoamérica en donación de sangre voluntaria, con una tasa de 5.19%.
A nivel nacional, precisó, las estadísticas muestran que la mayor parte de la sangre obtenida proviene de donaciones realizadas en instituciones públicas, particularmente en los centros estatales de la Transfusión Sanguínea y en dependencias pertenecientes al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Es inminente, enfatizó, la necesidad de disponer en todas las regiones y en todas las unidades hospitalarias de un suministro de sangre segura, lo cual es posible sólo a través de donaciones voluntarias no remuneradas.
Finalmente, Cecilia Artemisa Rivero Gómez consideró fundamental tomar consciencia del hecho de que absolutamente todos somos propensos a requerir sangre en algún momento y que, desafortunadamente, también lo somos a la posibilidad de no tenerla disponible.
Cabe destacar que en 2005, la Asamblea Mundial de la Salud designó el 14 de junio de cada año como Día Mundial del Donante de Sangre, con la finalidad de hacer visibles y reconocer a los donantes de sangre, así como sensibilizar a la población mundial acerca de la necesidad de disponer de sangre segura.