Carta de Daniel Valdez Garcia
La transformación democrática de México es una tarea inacabable, Y de alguna manera lo dice uno de los principios más importantes del partido Revolucionario Institucional (PRI) en su contribución a la democracia.
Me dirijo a todos y cada uno de ustedes que se encuentran en un momento tan especial, sobre todo en nuestro amado Estado de México.
Traigo a colación esta frase: “La política está en el aire mismo que respiramos, igual que la presencia o ausencia de Dios” (Graham Greene). El ser humano es un ente políticus por antonomasia. Abra gente que deje la política, pero la política no deja a la gente.
Yo desciendo de una familia que ha vivido con dignidad su pertenencia al PRI. El hermano de mi abuelo materno, el licenciado Juan N. García Ordóñez, ha sido homenajeado tanto en el municipio de Lerma como en Relaciones Exteriores, fue uno de los primeros en distinguirse como servidor público, luego como protagonista en el PRI.
Puedo afirmar que es importante que no se pierda el PRI, es la fuerza de oposición más destacada en México, en segundo lugar el PAN y en tercer lugar el traicionado y decepcionado PRD. Seguramente que ustedes tienen mejores politólogos, sociólogos, analistas políticos, visionarios del marco internacional que les pueden ayudar, pero también deben de tener el apoyo de psicólogos de la política para detectar aquellas personalidades que son esquizoides, obsesivas y compulsivas. Lamentablemente los últimos años se ha detectado esto entre ustedes, y que finalmente afecta a todos. Ser inclusivo e incluyentes no implica que algunas alteraciones psiquiátricas y psicológicas estén al frente, a la cabeza y a la vanguardia de un partido cuyas bases tiene principios y valores que no deben perderse por el bien de la patria. El PRI debe ser resiliente y asertivo sin miedo a sacar lo podrido para que no daña a otros.
Me consta que hay un gran esfuerzo por una nueva generación de personas en este partido, los jóvenes tienen su propio aporte, pero varios vienen viciados por los introyectos sociales, introyectos familiares y lo que resulta peor por creencias tóxicas falsas, como aquello de que “el pueblo olvida”.
Como dicen ustedes, respetuosamente les hablo con la verdad, prefiero herirlos con la verdad que matarlos con la mentira. Es urgente que haya una auténtica resiliencia y asertividad entre ustedes, que sepan desarrollar un empate potente y poderoso porque de otra manera no van a poder vencer a quien ahora dirige la nación, y que cada vez se va empoderando más y más a costa de las dádivas a los pobres, marginando a la clase media que no quiere despertar, a los jóvenes que están sólo entretenidos y divertidos y no quieren saber nada de lo que suene a tarea, responsabilidad y compromiso. Aunque es una minoría, hay jóvenes si generan un ruido muy importante y no se trata de los Influencers, ya vimos que en esta acción política todas las cuestiones virtuales no lograron mover la conciencia de la gente que tendría que votar, aún no descubren la bendición de este derecho que tenemos como país democrático.
Seguramente que habrá todavía descalificaciones de parte de quienes dicen que no son corruptos y son un tanto peores porque muchos de ellos pertenecen a un viejo PRI, con las viejas prácticas del PRI, esto mismo les ocurrió con su hija putativa, la llamada “Antorcha Campesina”, se volvió un dolor de cabeza y delincuentes disfrazados so pretexto de acción social sin buscar el bien común.
Quiero decirles que como yo, hay muchos hombres y mujeres de buena voluntad que no hacemos proselitismo del partido, creemos en sus bases, creemos en sus principios y en sus valores, es tiempo de volver a sus orígenes, de tener la humildad de reconocer que se han equivocado, que no tienen ustedes por qué pagar los platos rotos de quienes han abusado del poder e incluso siguen cobrando prebendas en gobiernos que sean de su partido, lo cual sigue siendo una vergüenza y una afrenta ya sea por los medios de comunicación o por empresas fantasmas que han creado.
Deseando que esta carta no sea tan larga, sino que una sus almas, sus corazones y sus espíritus les recuerdo que ustedes llegaron, con pasión trabajaron, contribuyeron a la democracia, pero no han sido capaces de crear una nueva generación del PRI, pagando las facturas de lo que no hicieron. Para que este país sea plenamente democrático de requiere de tres cosas importantísimas: Que el pueblo no sea ignorante, que tenga una fe auténtica y que se tenga un verdadero amor por la patria.
De todo corazón les bendigo, los animo a gestar una nueva y auténtica generación de priístas por el bien de México.