¿Quién se lleva el Estado de México y Coahuila?
Programa de análisis sobre la jornada electoral y presentación de los…
Además, diversas casas encuestadoras realizaron ejercicios de conteo rápido y concluyen que la triunfadora es la profesora Delfina.
Este resultado electoral constituye un eje fundamental para el escenario sucesorio que justamente inicia su etapa final; estamos situados en el tiempo de un reloj que marca exactamente un año para que se lleven a cabo las elecciones para elegir Presidente de la República en el 2024.
La gran elección se llevará a cabo el domingo 2 de junio del 2024.
A partir de esa premisa, la del triunfo de Morena, derivado del estado con un padrón electoral que rebasa el 10 por ciento del padrón nacional, el Estado de México, existen una serie de resultados y escenarios que se entrevén hacia nuestro futuro inmediato.
En primer lugar, el Presidente AMLO vence al grupo Atlacomulco, poderosa asociación política y empresarial que desde Isidro Fabela viene dominando la política mexiquense y quienes, también, arribaron a la cúspide del poder presidencial.
En tanto el PRI, como marca electoral, a pesar de triunfo en Coahuila, se ve debilitado, la alianza derrotada y, el margen de acción de Alejandro Moreno se amplía al ser el propietario de los órganos de gobierno de ese longevo instituto político.
Alito Moreno será el Candidato de PRI a la Presidencia a pesar de las críticas de algunos senadores e intelectuales.
El PAN habrá de reflexionar profundamente la pertinencia y viabilidad de ir junto a Alito en la elección presidencial. Es predecible que Alejandro Moreno no respaldará al candidato del PAN, rompiendo los acuerdos previos.
El valor de Movimiento Ciudadano sube de manera contundente. Es el partido que habrá de definir coaliciones competitivas para el caso de asociarse con el PAN, el PRI, el PRD y el Verde.
Confirmado el auto descarte de Luis Donaldo Colosio, Dante Delgado habrá de esperar el desenlace de la estrategia electiva del candidato de Morena y sentarse a negociar con el resto de los partidos sobre una posible coalición, pero imponiendo a su propio candidato: sea Marcelo Ebrard o Ricardo Monreal.
Ante este escenario la elección de Coahuila es altamente aleccionadora: Morena equivocó el método, erró en la designación de candidato, no pudo evitar el cisma interno ocasionado con la ruptura de Mejía y perdió la elección ante un candidato joven, bien posicionado, innovador y producto de un gobierno estatal que estaba bien evaluado y que logró cohesionar las distintas fuerzas políticas regionales.
Entonces, no puede darse una ruptura interna que dinamite la unidad y ponga en riesgo la elección federal para MORENA.
Los días que viene serán para el Presidente AMLO de profunda reflexión sobre quién encarna la candidatura más nacionalista y conciliadora, capaz de dialogar y cohesionar con los grupos internos y las fuerzas conservadoras externas, moderado y confiable, quien pueda dar resultados concretos en la gobernabilidad y afianzar el proyecto transformador de la 4T.
No podrá equivocarse el presidente AMLO, porque una ruptura provoca una derrota electoral, aunque ahora parezca inverosímil.