Por: Ricardo Homs
México está entrando en un contexto social y político peligroso.
Existe un ánimo de provocación planificada, que se manifiesta en el acoso continuo contra los otros poderes de la Unión.
La amenaza —hasta hoy simbólica— de dos féretros frente a la SCJN y uno de ellos dirigido a la ministra Piña, debía haber merecido una reconvención del presidente López Obrador a los organizadores de esta farsa. En contraste, hubo apapachos para quienes los llevaron. Esto es grave porque los protagonistas son funcionarios públicos de alto nivel —morenistas— y están en funciones.
Por otra parte, el tuit del subsecretario de la Secretaría de Energía del gobierno federal, Sergio Saldaña Zorrilla, publicado el 20 de mayo, en el que afirma que la “narcomarrana no va a renunciar por sí misma”, no tuvo ningún llamado de atención en la mañanera. Este mensaje evidentemente era un insulto dirigido a la ministra Norma Piña.
Sin embargo, surge la pregunta: Alguno de los presidentes anteriores —hoy vilipendiados por el presidente López Obrador— ¿habría tolerado la farsa de los ataúdes frente al edificio de la SCJN? ¿Habría dejado en su puesto a quien insultó por tuit a la presidenta de la SCJN, llamándola “marrana”?
Es evidente que los agresores de la ministra Piña endurecen sus ofensas al límite porque están seguros de estar interpretando correctamente los deseos del presidente y no tienen duda de que recibirán su protección si su conducta tuviese consecuencias. Hasta piensan que tendrán una palmadita suya y un guiño de ojo de complicidad cuando se vuelvan a encontrar.
Con toda seguridad en otros tiempos esto no habría sucedido, pues existía respeto entre los poderes, aunque tuviesen diferencias y hubiese recriminaciones. En ese caso, éstas serían expresiones muy mesuradas y sin agresiones personales.
Si algo tan grave acontece hoy es porque existe la autorización tácita del Presidente de la República. ¿Dónde habrán quedado las clases mañaneras de moral y valores? La moral se practica con acciones que estimulan el ejemplo y no con verborrea.
Este es un contexto intencionalmente provocado para generar una ruptura del orden social y político, para que frente a unas autoridades constitucionales disminuidas y desgastadas en su imagen pública por la provocación y el acoso del Poder ejecutivo —y por tanto, imposibilitadas de imponer su autoridad frente a una fractura del orden público—, entonces puedan intervenir las fuerzas armadas, lo cual invariablemente significaría represión y control.
El rompimiento del orden a partir de autoridades debilitadas intencionalmente por sus adversarios nos alerta del riesgo del posible surgimiento de un estado totalitario.
BANAMEX 2025
Que los directivos de Citi Group hayan pospuesto la venta de su banca de menudeo hasta el 2025 y hayan decidido realizar la venta a través de la Bolsa de Valores, define la desconfianza que genera la nueva forma de gobernar el país.
La continua intervención del Presidente en este asunto seguramente generó una percepción de riesgos, principalmente cuando dejó entrever que el mismo gobierno federal podría encabezar la compra.
Definitivamente, el excesivo protagonismo del Presidente en temas que no son de su incumbencia personal —como lo es la venta de Banamex—, mandan un mensaje de riesgo e incertidumbre a los grandes capitales internacionales. Esto impactará negativamente la inversión extranjera y la generación de empleos. ¿A usted qué le parece?