Este viernes, Rusia tomó la decisión de prohibir la entrada a su territorio a 500 ciudadanos estadounidenses, entre ellos el expresidente Barack Obama, como una “respuesta” a las sanciones impuestas por Washington

El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso anunció que, como resultado de las sanciones antirrusas impuestas regularmente por la administración Biden, se cerraría el acceso a la Federación de Rusia a estos 500 individuos, incluyendo a Obama, quien figura en la lista.

En respuesta, Washington ha decidido prohibir específicamente las exportaciones estadounidenses a 70 entidades en Rusia y otros países. Además, se aplicarán 300 sanciones contra diversos objetivos, como personas, organizaciones, barcos y aviones, en Europa, Oriente Medio y Asia.

En el marco de estas medidas, el primer ministro británico, Rishi Sunak, anunció que el Grupo de los Siete (G7) aplicará sanciones al sector minero ruso, con prohibiciones a la importación de aluminio, diamantes, cobre y níquel. Sunak declaró que el G7 continúa unido frente a la amenaza rusa y muestra un firme apoyo a Ucrania.

Asimismo, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, anunció que el bloque impondrá restricciones al comercio de diamantes rusos. El comercio de diamantes rusos tiene un valor estimado de 4.000 a 5.000 millones de dólares anuales y constituye una fuente importante de impuestos para el Kremlin.

Los países occidentales han implementado una serie de sanciones sin precedentes contra Rusia desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022, con el objetivo de reducir los ingresos generados por los hidrocarburos y desestabilizar su industria de defensa. Ahora, su preocupación radica en evitar que Rusia eluda estas sanciones, y las últimas medidas adoptadas por Estados Unidos también tienen como objetivo reducir la posibilidad de que eso ocurra.