CRISIS Y HEROISMO

Por: Daniel Valdez García

 

INTRODUCCION

El esplendor de la verdad tiene más claridad al vivirla que al decirla, muy pocas cosas en la vida se ven con tanta claridad, como un amanecer, o una puesta de sol a la orilla de la playa, e incluso la sonrisa de un niño feliz.

Hace algunos días tuve la oportunidad de asistir a la junta de Vicarios Episcopales de Pastoral y Decanos de la arquidiócesis de Toluca, para presentar la opción de formación del servicio de anfitrionía de la Pastoral del Turismo; ahí escuché a la Dimensión de Familia, Juventud y Laicos acerca de las amenazas que enfrentamos actualmente Vida, Familia y  Libertades en nuestra nación.

Les comparto mi reflexión, ojalá les interese y les sea útil.

Parto del término CRISIS, cuyo significado implica cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados. Tan sencillo como que sin crisis no hay evolución ni adaptación.

1. CRISIS EN LA VIDA

Desde el aporte de las biologías, las crisis son la EVOLUCIÓN, lo cual no es otra cosa que la adaptación; prueba de ello es la pandemia de COVID-19; que a todos nos tomó por sorpresa, por eso no perdamos de vista que los virus y las bacterias llevan 3500 millones de años de evolución. Aunado a esto, precisemos que nuestro planeta Tierra no sólo tiene movimientos de traslación en la eclíptica y rotación sobre su propio eje, sino que también está inclinado sobre éste a 23.5°  contribuyendo al llamado cambio estacional.

También las ciencias de la Antropología, nos aportan evidencia de las crisis que en la vida han sido por intervención de ser humano, y no siempre con pericia,  de tal manera que éste ha sido más detractor que benefactor. Baste decir que apróximadamente el 86% de las emisiones de CO2 en el mundo vienen de la quema de combustibles fósiles para la producción de energía y materiales. Además que en la actualidad a nuevas soluciones científicas tenemos nuevos problemas como sucede con las 9 mil toneladas de basura que hay en el espacio orbitando alrededor de nuestro planeta (Agencia Espacial Europea, 2022).

Ante las crisis, en cuanto a lo socio-político, desde el 2008 las Garantías y los Derechos Humanos (DDHH) están unificados como derechos fundamentales y atienden al principio “Pro Homine” y velan por la dignidad humana ante el escrutinio internacional. Sin embargo, persisten legisladores que al cabildear nos han llevado a la PARADOJICO en cuanto a vida, familia y libertades; infiriendo mediante eufemismos como Legalización y Despenalización pretendiendo que la “licencia para matar” sea un derecho. Tales eufemismos van desde el inicio de la vida con la “interrupción voluntaria del embarazo” hasta la ortotanasia para actuar correctamente frente a la muerte con la voluntad anticipada mediante los cuidados paliativos suplantando dignidad y calidad de vida por el eufemismo “suicidio asistido” para acelerar el final de la vida.

2. CRISIS EN LA FAMILIA

Las crisis en la familia son parte de la formación de la CONCIENCIA de familia, lo cual ha sido un proceso lento y paulatino. Nuestros ancestros prehistóricos se aglutinaban en adaptación ante los grandes animales y las inclemencias del tiempo, favoreciendo así los grupos por consanguinidad y teniendo un mayor cuidado de la prole. Es evidente que, genéticamente hablando, las razas puras cruzadas entre sí no tienen alteraciones; aunque prevalece el riesgo de alteración del gen de alguno de los padres, porque dichas alteraciones también quedan supeditadas al medio ambiente (Proyecto Genoma Humano, 2003).

La persona humana es víctima o protagonista ante las crisis, pues se ve condicionada o determinada por el medio ambiente de tal manera que se vuelca potencialmente como agente de construcción o de destrucción. La mayoría de los conglomerados humanos más avanzadas han destruido el equilibrio de la naturaleza y con ello han alterado la vida y la familia. Pocas sociedades son resilientes con la naturaleza, como es el caso de las comunidades originarias, que no luchan contra la naturaleza sino que son capaces de adaptación. Siempre es notable el liderazgo que se focaliza por zonas del planeta y ha estado a la vanguardia en su mayoría por varones, pero también las hay mujeres. Baste decir que en casi todas las culturas orientales y del Extremo Oriente los infantes nacidos enfermos o con deformaciones eran expósitos para morir, y lo mismo aplicó en el caso de los ancianos disminuidos. Hoy las palabras son diferentes pero el fin es el mismo, se trata de imitar la selección natural.

La Iglesia naciente jugó un papel importante en la formación de la conciencia de la vida y la familia acogiendo con dignidad y caridad a los infantes y ancianos abandonados. La doctrina social de la Iglesia no ha dejado de inspirar agrupaciones en defensa de la vida y la dignidad humana a toda edad, puesto que si la Iglesia no evangeliza, se mundaniza (Raschietti, 2000).

La familia está en una de las peores crisis de la historia porque se busca emancipar a los hijos y depositar los derechos de familia en el Estado, incluso para la conformación de las familias siguiendo la “dictadura del relativismo” a través de la ideología de género (Benedicto XVI, 2005); dichos asuntos de género y la confusión de la mujer nos están arrastrando hacia una transición que es una pendiente resbaladiza por el libertinaje MORTAL. El error más notable se encuentra en menguar en la narrativa y en los hechos la figura del “patriarca”, la cual bien entendida como varón religioso y temeroso cabal posibilita el desarrollo de una familia bajo su custodia de manera responsable. No hay necesidad de guerra de sexos o géneros.

Estamos ante una metáfora del acontecer social que compromete a la familia como célula básica de la sociedad; como dijo el Papa Benedicto XVI: “…por otro lado están los embates del marxismo al liberalismo, hasta el libertinaje; del colectivismo al individualismo radical; del ateísmo a un vago misticismo religioso; del agnosticismo al sincretismo y así en adelante. Cada día nacen nuevas sectas y se realiza cuanto dice San Pablo sobre el engaño de los hombres, sobre la astucia que tiende a arrastrar hacia el error” (cf. 1 Timoteo 4).

Es indudable que hay crisis de vida, crisis de familia, crisis de instituciones, crisis de Iglesia, crisis de vocaciones (CELAM, 2019), y que las crisis no vienen solas, pero siempre son una oportunidad. De otro modo, quien se centra en problemas tiene más problemas; cuando se centra en las posibilidades se tienen más oportunidades. La Agenda 2030 de la ONU ha sido anticipada y tiene muchos riesgos para la vida, la familia y las libertades, y eso que aún no vemos toda su fuerza combinada con inteligencia artificial, el uso del grafeno y la energía subatómica. Ha cambiado todo, ha cambiado la época, pero no han cambiado las crisis, están presentes como la misma evolución, y nos urgen a la vanguardia e ir delante en tutela de la vida, la familia y las libertades.

3.     LIBERTADES AMENAZADAS

Es notable que no somos sólo un resultado de la llamada Globalización, ni del llamado Complot de los más poderosos, estamos ante ideologías que nos apartan de lo real para llevarnos por lo virtual: los “animalijos” sustituyen a los hijos; salud y  bienestar por la estética externa, y el bien común por el empobrecimiento de las masas, y impone mas el valor de la envoltura que el contenido ( Galeano, 2019). Es toda una ideología de lo aparente. Prevalece la retórica y poca acción real de valores con  considerablemente disminución de participación ciudadana socialmente responsable.

La expresión “la libertad es conciencia de la necesidad”, es un axioma que no se ha identificado si es de Lenin o de Leibniz, pero sigue difundiéndose la idea de que a “mayor libertad, mayor conciencia de elección” (Morin, 2000). En muchos ámbitos de la vida social se ve y se decide como una simple Elección-Choice, y es una de las bases en la toma de decisiones del populismo. El principio de la libertad es la responsabilidad. La libertad es como un músculo, cuanto más se ejercita responsablemente más crece. Por eso, cuando la autoridad va contra la vida, la familia y las libertades no estamos obligados a obedecer, y no sólo los católicos, sino todos los que hemos de ser más conscientes del mal que se va expandiendo (cf. Hechos 5, 29).

Tengamos en cuenta lo siguiente.: Quien intenta ayudar a una mariposa a salir de su capullo, la mata. Quien intenta ayudar a un brote a salir de la semilla, la destruye. Quien intenta despertar la consciencia en alguien que no se encuentra listo, lo confunde. Hay ciertas cosas que no pueden ser ayudadas, deben de ocurrir de adentro hacia fuera. México tiene que despertar de dentro hacia fuera, muchas personas viven con la conciencia manipulada por la ideología y la mercadotecnia de la política que exalta los ánimos polarizando la sociedad. Se va creando un cerco entorno a la división y resentimientos para crear el ámbito jurídico que favorezca los intereses del gobierno en turno, yendo incluso contra las instituciones de todo tipo y repartiendo dinero que no se gana dignamente; la pobreza se incrementa y las cúpulas se encumbran más dejando en un abandonado desprecio a la clase media que se ve atacada por los extremos. En general, México no ha pagado ni ha aportado lo que le toca desde su trinchera, por eso encara desgracias. Sin responsabilidad no hay verdadera libertad.

En la historia todos los seres humanos se han equivocado, ha ocurrido en todas las sociedades e instituciones. La Iglesia misma ha tenido errores. Errar es de humanos, pero podemos corregirnos y retomar la marcha sin vivir atorados en el pasado queriendo pagar facturas o platos rotos que no rompimos nosotros. Sin esperanza se juzga injustamente. Fe y política no están peleadas, tienen  varios elementos en común: la búsqueda del bien común, la paz y la justicia. «La verdad nos hará libres», ha dicho Jesús (Juan 8, 32). Hoy más que nunca todos hemos de enfrentar esta crisis con heroísmo por la patria siendo personas valerosas, lindas y encantadoras con solidaria entrega, de tal manera que todos sin distinción de raza, lengua, cultura ni religión, superemos la mediocridad, pues los mediocres ni siquiera tienen una sombra definida. Aun existen mercenarios, tenemos infiltraciones de conciencia sumamente preocupantes. Es real que el rigor de la disciplina nos hace más fuertes ante las influencias y amenazas de la sin razón de una sociedad opaca, cobarde e intrascendente como la que sigue anestesiada y aletargada por dádivas de todo tipo.

El heroísmo por la patria no tiene como único recurso la lucha armada, los líderes que la han forjado fueron grandes ideólogos que supieron calmar los ánimos, las revueltas y las divisiones internas entre los mismos grupos enfrentados. Durante la pandemia hemos constatado el valeroso y heroico trabajo de quienes están en primera línea, como el caso de los agentes sanitarios para sacar adelante a la humanidad y a cada nación; también están en estas labores heroicas del personal de rescate y brigadistas siempre listos para ayudar. La Marina de México es emblemática por su lealtad a la nación, lo cual estriba en un escrupuloso cuidado de su objeción de conciencia o conciencia razonada. Seguramente son muy pocos los que se autodefínan como agentes de paz; yo conozco a varios de ellos, temerosos de Dios y respetuosos de su ley, porque es la única manera de soslayar la presente dislexia funcional que quita la vida a un ciudadano por el que se ha jurado morir ante el labaro patrio.

Así la defensa de la patria hunde sus raíces mas profundas en el amor y la verdad. Sin amor por México no hay vocación de servicio en ninguna de sus instituciones, y sin la verdad la mentira sólo es pantalla de diversos intereses.

Salgamos de esta crisis con heroísmo, con fe sincera y con vocación de servicio por un futuro mejor para todos. «Para Dios todo es posible» (Mateo 19, 26), estemos de rodillas ante de Dios y de pie ante el mundo y ante el porvenir para el Estado de México y para México.

México somos todos, superemos las barreras que nos dividen, y siendo capaces de tender puentes de unión y de reconciliación dejemos de lado ofensas, descalificaciones y agresiones. Seamos embajadoras y mensajeros de democracia y de paz, todos somos hijos de una sola patria.

¡Todos somos México! Defendamos hoy la democracia mexicana, mañana los esfuerzos serán inútiles.