Un juez federal ha condenado al exalcalde de Iguala, Guerrero, José Luis Abarca a 92 años y seis meses de prisión por el delito de secuestro agravado contra seis activistas, incluido Arturo Hernández Cardona, líder de la Unión Popular Campesina Emiliano Zapata (UPEZ). Los cuerpos de las víctimas, incluyendo a Hernández Cardona, Ángel Román Ramírez, Rafael Balderas Román, Héctor Arroyo Delgado, Efarín Amates Luna y Nicolás Mendoza Villa, fueron encontrados sin vida en 2013 en Iguala.
El juez Primero de Distrito de Procesos Penales Federales, Samuel Ventura Ramos, ha dictado esta sentencia condenatoria a Abarca Velázquez, y se le ha impuesto una multa de 920 mil 700 pesos, así como la obligación de reparar el daño causado.
La condena deberá cumplirse en un centro penitenciario designado por el Juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, del Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de México.
Según testigos y declaraciones de Nicolás Mendoza, Abarca Velázquez, en aquel entonces alcalde de Iguala, ordenó el secuestro y ejecución de Hernández Cardona.
En marzo de 2014, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) tomó el caso. Sin embargo, Abarca continuó como alcalde hasta septiembre de 2014, cuando ocurrió la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, uno de los episodios más oscuros durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Abarca fue señalado como presunto responsable de la desaparición de los 43 estudiantes debido a que ocurrió en Iguala, al igual que su esposa, María de los Ángeles Pineda. En diciembre de 2020, fue acusado de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Sin embargo, en septiembre de 2022, un juez federal lo absolvió de la desaparición de los 43 normalistas debido a la falta de pruebas suficientes.
Actualmente, el exalcalde de Iguala se encuentra detenido en el penal de El Altiplano, enfrentando procesos judiciales por sus supuestos vínculos con la delincuencia organizada, particularmente con el grupo criminal Guerreros Unidos, con el cual también se presume que su esposa, María de los Ángeles, está relacionada. Esta organización delictiva ha sido implicada en la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.
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