Es un hecho que las redes sociales han modificado la forma en la que interactuamos y en la que nos comunicamos, es decir, hemos llegado al punto de que se han vuelto parte de nuestro día a día. Ya lo explica Ramírez (2019), estos espacios digitales son en la actualidad, medios de generación y difusión de información, pero también son las vías de contacto de millones de personas en todo el mundo.
En ese sentido, es que se vuelve fundamental entender cuál es el objetivo de estás y su debido funcionamiento. Si damos una breve clasificación, podemos decir que, Facebook es la red que nos permite hacer comunidad, pues es el lugar en el que compartimos nuestros intereses, gustos, aficiones, etcétera. Por su parte, Instagram, es la red para conectar, dado qué, con las fotos se pueden transmitir emociones específicas, incluso, se puede proyectar cierto tipo imagen (política- social). En cambio, Twitter, es la red para politizar, hacer polémica y generar tendencia, porque de manera general, se usa para la consulta de noticias, temas sociales, etcétera. Con esta breve descripción, podemos decir que las plataformas han hecho que tengamos nuevas dinámicas sociales.
Pero, en este breve artículo, lo que nos atañe es entender cómo funciona Twitter. Para ello, es importante dejar en claro que es la red para hacer política, también es la que nos permite conseguir información de los temas “más relevantes”, o coyunturales. Esta afirmación responde al uso que le han dado políticos (as), consultores (as), instituciones, gobiernos, etcétera. El ejemplo más claro, es el que se ha dado en campañas políticas y en la comunicación a nivel gubernamental.
Lo anterior, se puede verificar a través del análisis de las últimas tres campañas políticas de los Estados Unidos (EEUU). Pues, los estrategas de estás, han entendido que Twitter es un potencializador para que lleguen los mensajes y para la interacción entre la ciudadanía y el “candidato (a)”. Además, los seguidores se sienten cercanos, porque pueden responder los tuits, dar RT e incluso generar notas de apoyo. Es importante considerar que en EEUU hay 30 millones de usuarios, lo que equivale al 20% del total de registros que hay en el mundo. Por lo tanto, la realización de la campaña digital es más que viable en este país.
A nivel gubernamental, se puede hablar de dos casos bastante exitosos e interesantes. Por un lado, está el presidente de El Salvador, Nayib Bukele y el presidente de Colombia Gustavo Petro. Estos dos mandatarios han logrado posicionarse en el mundo de la comunicación política digital, dado que están usando la plataforma de Twitter para gobernar.
El primer caso, que es Bukele, ha sabido aprovechar el espacio digital para emitir órdenes y hacer que sean acatadas. Por ejemplo, en febrero de 2023, emitió un tweet en el que exigió una disculpa pública de parte de todos los alcaldes que hayan pedido el pago de un impuesto por entrar y descargar productos en sus municipios; de no cumplir con la solicitud del presidente, serían separados de su cargo y arrestados.
Por su parte, Petro, ha buscado replicar el estilo de Bukele, ya que también ha emitido decisiones y órdenes desde esta red social. Incluso, estos políticos han protagonizado peleas digitales, reforzando la idea de que es el espacio para la política y la polarización.
Finalmente, es importante mencionar que Twitter, permite posicionar temas específicos, a veces con la ayuda de softwares especializados, pero, es posible generar tendencia con el desarrollo de estrategias para ganarle al algoritmo. Ejemplo de ello, es lo que ha logrado la consultora Politólogos Digitales, quienes establecen un hashtag y luego posicionan el tema o en su caso el evento, como lo han hecho con la “Cumbre Mundial de Comunicación Política”.
-Citlali Pérez Luque