Por Antero Carmona
Es frecuente escuchar la importancia de cuidar nuestro medio ambiente, considero, que debería ser un tema prioritario, donde todos colaboraremos, mejorando nuestras conductas con la naturaleza, procurando minimizar cualquier forma de impacto ambiental y tratando de compensar el uso o daño realizado, tal vez es una utopía, pero, ese mundo ideal no está lejos, claro, sólo si nuestra voluntad nos deja participar.
Desgraciadamente, la defensa del medio ambiente en México a pasado de ser una actividad “altruista” a una labor de alto riesgo, ya que somo una de las naciones con el mayor número de defensores de medio ambiente asesinados, ya que grupos del crimen organizado han ocupado áreas de importancia ecológica, participando de manera directa en delitos ambientales como; tala y pesca ilegal, entre otros.
Ahora bien, a esta problemática se suma la crisis hídrica nacional, así como garantizar la protección y conservación de las Áreas Naturales Protegidas, al deterioro de los ecosistemas y a la pérdida de la biodiversidad.
Las exigencias de las comunidades se hacen cada vez más frecuentes ante estos retos, uno de ello es la crisis hídrica que se vive, recordemos lo acontecido el año pasado en Nuevo León, y ahora, se suman las protestas que hace un par de meses se dieron en Chiapas, instando al Gobierno para que proteja los ecosistemas de agua.
Activistas levantaron la voz, demandando al gobierno local de San Cristóbal de las Casas y al gobierno estatal, para que sus instancias ambientales protejan de manera inmediata los humedales, les recordaron que, aproximadamente el 50% de la población en Chiapas carece de acceso a este vital liquido, aunado a la contaminación de los cuerpos de agua, agravando el problema.
Paradójicamente, Chiapas cuenta con suficiencia hídrica alta, ya que representa el 45 por ciento del recurso del país, además, tiene la mayor disponibilidad de aguas superficiales, con 92 mil hectómetros cúbicos y, es una de las 10 regiones del mundo con mayor reserva de agua subterránea –posee 90 subcuencas hidrográficas-, esto, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). Desgraciadamente, la falta de infraestructura para llevar el agua a las comunidades más necesitas y sanearla agrava la crisis, aunado a la destrucción de los ecosistemas forestales.
Los activistas y comunidades demandan a los diferentes órdenes de gobierno un Alto Total a la deforestación, a las plantaciones de la palma africana y a la expansión urbana, culpando a estas actividades antrópicas como las responsables directas de dañar los humedales y ecosistemas naturales.
Por otro lado, demandan la destrucción y contaminación de aproximadamente 200 hectáreas de los humedales de María Eugenia y Laquis, preocupación que se hizo sonar por toda la comunidad, ya que estos mantos acuíferos abastecen al 70 % de la población.
Dichas demandas no sólo se han enfocado en la destrucción de los humedales, la biodiversidad también a sido afectada, ya que se pone en riesgo el hábitat de especies como el popoyote (Profundulus hildebrandi), especie de pez teleósteo, endémica del valle de San Cristóbal de las Casas, en las tierras altas de Chiapas.
Reflexión
Nuestro planeta se enfrenta a diversos retos ambientales, como el cambio climático, la deforestación, la pérdida de la biodiversidad, los altos niveles de contaminación atmosférica, del agua y de residuos, entre otros.
Todo ello pone en peligro a cualquier forma de vida en la Tierra, llevando a algunas incluso a la extinción. Además, de generar grandes daños al desarrollo económico, por ejemplo; si no se mitigan y revierten a la brevedad, los efectos del cambio climático, el mercado mundial podría sufrir una recesión de hasta el 20% del PIB global. Otro ejemplo sería poner en riesgo la seguridad alimentaria, donde las comunidades más pobres y con mayor rezago serían las más afectadas.
Los seres humanos tenemos esta gran responsabilidad, no sólo de intentar revertir esta situación, debemos actuar ya, el punto de No Retorno está a la vuelta de la esquina. Debemos iniciar una campaña mundial para concientizar a toda la población sobre la realidad que nos rodea, así como a buscar las soluciones ante los retos medioambientales que vivimos.
