Por Eduardo Blanco
Por el impulso que ha tenido la economía en México, en lo que respecta al primer trimestre del presente año, los especialistas de diversas instituciones han ajustado al alza sus expectativas para el Producto Interno Bruto (PIB).
De acuerdo con las cifras proporcionadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se elevaron las perspectivas de crecimiento económico e inflación de México para este 2023, en línea de la recuperación económica global.
La OCEDE estimaba para este año un crecimiento de 1.6 puntos porcentuales en lo que fue su informe de noviembre del año pasado; por lo que ahora considera que el crecimiento del Producto Interno Bruto crecerá al 1.8 por ciento; y para el 2024 mantuvo el mismo porcentaje de es del 2.1.
Mientras que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que la economía mexicana no sólo continuó con un comportamiento positivo avanzando 0.6 por ciento frente a diciembre de 2022, sumando dos periodos de alza consecutivos.
El comercio y los servicios impulso la economía mexicana a corto plazo, de acuerdo con el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), mientras que las actividades terciarias aportan dos terceras partes de la economía y creció 1.2 por ciento frente a diciembre; mientras que la actividad industrial no observo cambios en su variación mensual; y las primarias (agricultura, ganadería y pesca) tuvieron una contracción de 5.7 por ciento.
El mayor crecimiento en enero fue por el transporte, servicios de alojamiento y el comercio minorista; pero entre los subsectores que se fueron a la baja está el agropecuario, servicios financieros y la construcción.
En tanto que el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) perfecciona a que el crecimiento fue de 3.8 por ciento; a pesar de que fue menor que en febrero que llegó al 4.2 por ciento, se ha mantenido resiliente.
Pero a pesar de que la economía de nuestro país ha tenido un buen desempeño, los analistas han manifestado que en los próximos meses habrá una desaceleración por el efecto de las altas tasas de interés (que Banxico ubicaba en 8.50% a fin de año, pero que actualmente se encuentra en un nivel histórico de 11 por ciento) y el enfriamiento en Estados Unidos (de acuerdo con la Reserva Federal -Fed- habrá un estancamiento generalizado de la demanda de préstamos y en el consumo y producción).
Por su parte el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) modificó su perspectiva de 1.4 a 1.5 por cientos en cuanto al Producto Interno Bruto (PIB) para este año de 2023, y consideran que para el 2024 el crecimiento del PIB estará por debajo del 2 por ciento, que tendía que ser el mínimo.
Además, el presidente nacional del IMEF, José Domingo Figueroa, considera que si bien ha habido una mejoría en la expectativa que se tenía del PIB, esta todavía es baja para las necesidades del país. Y además hizo hincapié que las empresas y hogares del país se manejen con prudencia en las decisiones económico-financieras, ya que el entorno seguirá siendo retador.