La banda británica ofreció un concierto íntimo en el Lunario del Auditorio Nacional antes de su presentación este lunes en el Palacio de los Deportes
Luego de la incertidumbre en torno a los problemas de VISA de la agrupación británica Placebo y que su presentación en México tuvo que ser reprogramada desde 2022, Brian Molko y Stefan Olsdal le regalaron a los chilangos una noche mágica en las instalaciones del Lunario en un concierto especial y acústico, previo a un concierto agotado en el Palacio de los Deportes.
Las entradas para este show se vendieron en menos de una hora, logrando que muchos fanáticos no adquirieran sus accesos y la reventa se aprovechara, ofreciendo boletos en más de 7 mil pesos, sin embargo quienes tuvieron la fortuna de asistir al íntimo concierto, disfrutaron desde el inicio.
Desde minutos antes de comenzar las actividades, la audiencia ya se encontraba esperando su acceso en una fila enorme, a las afueras del recinto. Una vez que abrieron puertas, todos luchaban por estar hasta adelante, aunque en el Lunario la vista es muy buena desde cualquier espacio.
El coro de “Placebo, Placebo, Placebo”, continuó con una ovación a cada uno de los integrantes, donde hubo risas por parte de los artistas y también el público.
“Gracias México, los queremos mucho”, también fueron palabras que se escucharon en español por parte de la banda.
Con “Song to say goodbye” el público comenzó a cantar más fuerte, pues venía una segunda parte con canciones que se volvieron más comerciales, a lo largo de 20 años.
Luego de interpretar “InfraRed” muchos fanáticos se entristecieron, pues la banda se tomó su tiempo para regresar al escenario, lo cual anunciaba que el concierto estaba llegando a su fin y muchas canciones no serían tocadas, sin embargo, cuando estos regresaron, su nuevo cover a Tears for Fears; “Shout” comenzó sus primeros acordes, lo cual provocó gritos y saltos en la audiencia, además de que para el último coro, la banda dejó que el público cantara con las luces encendidas.
Placebo finalizó su concierto con la canción “Running up that hill”, original de Kate Bush, quien regresara a las listas de popularidad por la serie Stranger Things, pero que mucha gente pensaba que era original de Placebo al volverse muy famosa con la serie americana Vampire Diaries.
Brian y Stefan culminaron tocando de espaldas al público, para luego despedirse y abandonar el escenario.
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