Solalinde podría ser sancionado por sacerdotes si se convierte en funcionario

Solalinde

El sacerdote Alejandro Solalinde se enfrenta a la posible expulsión de la iglesia católica

 

El motivo de esta medida es que Solalinde ha aceptado ocupar el cargo de titular de la nueva Coordinación Nacional de Asuntos Migratorios y Extranjería (CNAME), instancia gubernamental que sustituirá al Instituto Nacional de Migración.

El Código de Derecho Canónico establece que los clérigos que deciden ocupar cargos de gobierno deben ser sancionados con la dimisión de su condición de clérigo y la reducción al estado de laico. Crispín Ojeda Márquez, obispo de Tehuantepec, diócesis a la que está adscrito Solalinde, sería el encargado de aplicar esa medida.

El director del Observatorio Nacional de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el sacerdote Mario Ángel Flores Ramos, ha explicado que en términos de disciplina eclesiástica,

Solalinde no puede ser funcionario de gobierno y al mismo tiempo ejercer el ministerio sacerdotal. La dimisión consiste en quitarle oficialmente su condición de clérigo, lo que significa que ya no se le permitiría oficiar misas ni dar los sacramentos.

El vicario general de la diócesis de Tehuantepec, Lucio Santiago Santiago, ha afirmado que el obispo Ojeda Márquez ya le venía advirtiendo a Solalinde que no debía incursionar en política debido a su fuerte apoyo a López Obrador desde que éste era candidato a la Presidencia en 2018. Pero lejos de acatar la recomendación de su superior, Solalinde aceptó el cargo en el gobierno federal.

Según el presidente Andrés Manuel López Obrador, Solalinde se hará cargo de la CNAME de manera honoraria para evitarle problemas legales. Sin embargo, Mario Ángel Flores argumenta que el hecho de no cobrar salario no le quitaría su condición de funcionario gubernamental, pues lo importante sería la “función” que desempeñara en el gobierno de la llamada Cuarta Transformación.

La diócesis de Tehuantepec ha anunciado que se ajustará a la parte legal para aplicar la sanción que corresponde a Solalinde, pero primero necesita comprobar si ya se le puede considerar formalmente funcionario de gobierno.

Solalinde ha señalado que, desde su puesto, desempeñará funciones importantes, como dialogar con el gobierno estadounidense para que éste deje de imponerle a México medidas represivas contra los migrantes, así como hacer desaparecer los centros de detención para migrantes que existen en todo el país.


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