El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha promulgado una nueva ley que prohíbe el aborto después de las seis semanas de embarazo. Esta legislación ha sido aprobada por la Asamblea Legislativa de Florida, que está dominada por los republicanos, y representa una importante victoria política para DeSantis, quien se prepara para lanzar una candidatura presidencial basada en su imagen de defensor de los estándares conservadores.
La nueva ley solo entrará en vigor si se mantiene la actual prohibición de los abortos después de las 15 semanas en el Tribunal Supremo estatal, controlado por los conservadores. Esto significa que la ley podría tener implicaciones a mayor escala en cuanto al acceso al aborto en el sur del país, tras la decisión de la Corte Suprema federal del año pasado de anular el fallo del caso Roe vs. Wade y dejar en manos de los estados la decisión en cuanto a la interrupción del embarazo.
El estado de Florida se une a Alabama, Luisiana y Mississippi, quienes ya han prohibido el aborto en cualquier etapa de la gestación, y a Georgia, quien prohíbe el procedimiento luego de que se detecte actividad cardiaca, lo cual ocurre por lo general alrededor de la sexta semana. La representante republicana Jenna Persons-Mulicka, quien impulsó la iniciativa en la cámara baja estatal, declaró que “tenemos la oportunidad de encabezar el debate nacional sobre la importancia de proteger la vida y darle a cada bebé la oportunidad de nacer y encontrar su propósito”.
Sin embargo, la nueva ley ha sido criticada por los demócratas y grupos a favor del derecho al aborto, quienes la consideran extrema. Según la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, esta prohibición evitaría que cuatro millones de mujeres en edad reproductiva de Florida accedan a servicios de aborto después de seis semanas, antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.
