Las píldoras abortivas, en particular la mifepristona, son actualmente el método más común para interrumpir un embarazo en los Estados Unidos. La mifepristona es la primera de un régimen de dos pastillas recomendado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) para terminar un embarazo.
La mifepristona bloquea una hormona llamada progesterona, que ayuda al cuerpo a mantener el interior del útero. El fármaco interrumpe el embarazo, mientras que la segunda pastilla, misoprostol, vacía el útero. La FDA aprobó la mifepristona por primera vez para la terminación médica del embarazo hasta la séptima semana de gestación en septiembre de 2000. En 2016, se aprobó su uso hasta la décima semana de embarazo.
Sin embargo, la mifepristona se ha convertido en la nueva frontera en la batalla estadounidense por el acceso al aborto. Una demanda en Texas amenaza con retirar el medicamento de los estantes de todo el país, después de que el juez federal (designado por Donald Trump) que preside el caso ordenara suspender la aprobación de larga data de este medicamento. En respuesta, un juez elegido por Obama en el estado de Washington ordenó al gobierno mantener el suministro del fármaco en los 17 estados que lo solicitaron. Esto hace muy probable que el caso escale a la Corte Suprema.
Durante más de 20 años de uso, la FDA, el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología (ACOG), y otras importantes organizaciones médicas han sostenido que tanto la mifepristona como el misoprostol son seguros. Estudios en EUA. indican que la medicación (en sus dos pasos) es efectiva en cerca del 95% de los casos para terminar un embarazo y requiere seguimiento médico menos del 1% de las veces.
Según la FDA, se producen cinco muertes por millón de usuarios de mifepristona. En comparación, un estudio de 2001 en el Diario de la Asociación Médica Estadounidense encontró que había alrededor de 20 muertes por millón de usuarios de penicilina debido a una reacción alérgica a este antibiótico que se receta comúnmente.
La mifepristona y el misoprostol están, por el momento, ampliamente disponibles en los estados donde el aborto es legal. La disponibilidad de los medicamentos se amplió en abril de 2021, cuando la FDA dijo que eliminaría el requisito de tener que ir a buscar la mifepristona en persona mientras durase la pandemia de covid-19.
En diciembre del año pasado, la FDA eliminó permanentemente ese requisito, lo que significa que el medicamento puede ser enviado por correo. El acceso a los fármacos se amplió aún más este año por otro cambio de la FDA, que permitió a las farmacias minoristas ofrecer el medicamento. Anteriormente, solo los proveedores de atención médica podían suministrar el medicamento.
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