Migrantes, en su mayoría de origen venezolano, se incorporan a la vida laboral de la fronteriza Ciudad Juárez, en el norte de México, aunque mantienen su deseo de transitar hacia Estados Unidos.
Esta situación ocurre en medio del apoyo de las autoridades locales en el norteño estado mexicano de Chihuahua y la presión porque se incorporen a la formalidad en la economía mexicana, al ser un lugar de paso en su éxodo hacia el “sueño americano”.
En la mayoría de los casos, la ausencia de documentos como el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) y la Clave Única de Registro de Población (CURP), son su principal impedimento para obtener un empleo formal, viéndose abocados a la informalidad, limpiando vidrios.
Sin embargo, hay casos en los que son empleados con un esquema legal de contratación.
Uno de estos casos es el de dos venezolanas que trabajan en una fonda ubicada en el centro de la fronteriza ciudad mexicana, donde los juarenses y sus connacionales prueban platillos típicos de Venezuela.
“Muchos venimos de nuestro país con las ganas de salir adelante y trabajar. No debemos de desesperarnos, tenemos un Dios grande que se acuerda de nosotros”, declaró Orelys Yajure, quien cocina en este lugar.
América Rivera, de origen venezolano y quien trabaja en la misma fonda, contó su llegada a este empleo: “Estaba pasando por aquí y le pregunté al dueño si no necesitaba gente para trabajar, me dijo que sí y aquí tengo un mes laborando”.
Refirió que ella siempre les dice a sus paisanos que no pidan dinero, que busquen trabajo y afirmó que a los mexicanos les gustó sus platillos venezolanos, así como que aprendió a preparar comida mexicana.
Y a pesar de que aún no logra una cita por la aplicación de CBP One, de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., para ingresar y solicitar su asilo político en aquel país, no pierde la esperanza de lograr su cometido.
“Yo salí de mi país hace cuatro años y he trabajado en diferentes lugares, he ahorrado para cuando llegue a Estados Unidos. Hasta el momento no he conseguido cita para entrar, pero no me desespero, muchos ya han logrado cruzar”, expresó.
SECTOR PRIVADO TAMBIÉN IMPULSA SU EMPLEABILIDAD
Ante esta crisis migratoria que se vive en la región, la iniciativa privada busca la forma en que los refugiados puedan tener empleo, ya que varias voces mencionan que en Juárez hay una gran oferta laboral.
Isela Molina, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, detalló que los miembros del organismo que representa están estudiando cómo resolver la situación para que los migrantes se incorporen a laborar.
“Queremos platicar con el presidente municipal (de Ciudad Juárez) y crear una Ley de Trabajo donde se les obligue a estar laborando. Tenemos muchas plazas y hay varias empresas donde pueden emplearse y ese es uno de los puntos que vamos a ver con el alcalde”, declaró a EFE.
Ante la crisis migratoria que se vive en la región, recientemente el Alcalde Cruz Pérez Cuellar, sostuvo en una conferencia de prensa que “es importante que los indocumentados comprendan que hay que cumplir con la ley”.
“Nuestro nivel de paciencia se está agotando. Coparmex busca apoyarlos (a los migrantes) para que trabajen, hay mucho trabajo en la ciudad y un llamado a la sociedad juarense yo sé que es solidaria, pero el apoyo debe darse cuando hay una crisis y aquí hay empleo”, agregó.
Dicha declaración causó polémica en diferentes sectores de la sociedad, como las diferentes asociaciones que apoyan a estas personas en situación de movilidad.
Asimismo, hace dos días, la Dirección de Derechos Humanos del municipio de la fronteriza Ciudad Juárez informó que se han logrado incorporar a al menos 463 personas en situación de movilidad a diversos empleos formales.
“A la población en movilidad, tanto nacionales como extranjeros, se les auxilia para que puedan obtener sus documentos e integrarse a cualquiera de las 8 empresas con las que se tiene una alianza y que buscan personas con distintas aptitudes y conocimientos”, indicó en un comunicado Santiago González, titular de esta dependencia local.
La zona está colapsada, por la cuestión de las personas en situación de movilidad. Los albergues están en su máxima capacidad, algunos de ellos duermen en las calles, enfrentando las bajas temperaturas de la región.
La alimentación y abrigo, ha sido satisfecho, en su mayoría por la comunidad juarense que los apoyan.
La región vive un flujo migratorio récord, con 2,76 millones de personas indocumentadas detenidas en la frontera de Estados Unidos con México en el año fiscal 2022.