¡Este padecimiento es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo!
El cáncer cervicouterino, también conocido como cáncer de la matriz, es el crecimiento anormal de las células que se encuentran en el cuello uterino, que se localiza en la parte inferior de la matriz que se conecta a la vagina.
Este padecimiento es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo y el tipo de cáncer más común en las mujeres con Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020, esta enfermedad tuvo una incidencia de 604 mil nuevos casos al año y 342 mil muertes.
En México, desde el 2006, esta enfermedad se convirtió en la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres. De acuerdo con información del Observatorio Global de Cáncer (Global Cancer Observatory), en 2018, se registraron más de 7 mil 800 nuevos casos y más de 4 mil 100 defunciones por esta causa.
Este tipo de cáncer es prevenible y, si se detecta a tiempo con un tratamiento adecuado, puede ser curable.
Cada 26 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Cáncer del Cuello Uterino a fin de generar conciencia en las mujeres sobre las acciones de prevención.
Esta fecha también busca destacar la importancia del diagnóstico oportuno, ya que esto permitirá tener mayores posibilidades de recuperación y mejor calidad de vida, con lo que se podrán revertir las cifras, que cada vez cobran más vidas a nivel mundial.
Cabe señalar que la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS, en agosto de 2020, estableció una estrategia mundial para acelerar la eliminación del cáncer del cuello uterino como problema mundial de salud pública para el 2030. Para lograrlo, los países deberán alcanzar una incidencia inferior a 4 casos por cada 100 mil mujeres por año.
Esta estrategia busca fortalecer la prevención a través de la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), la detección y el tratamiento de lesiones precancerosas y el tratamiento del cáncer de cuello uterino invasivo, incluido el acceso a cuidados paliativos.
Causas del cáncer cervicouterino
Esta enfermedad es causada en 95% de los casos por el Virus del Papiloma Humano (VPH), los cuales son los causantes de algunas Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
Según la OMS, la mayoría de las mujeres y hombres con actividad sexual contraerán la infección en algún momento de su vida y más del 90% de las poblaciones afectadas eliminarán la infección; sin embargo, todas las mujeres corren el riesgo de que una infección por VPH se vuelva crónica y que las lesiones precancerosas evolucionen hacia un cáncer de cuello uterino invasivo.
Además, existen algunos factores de riesgo que pueden generar cáncer cervicouterino, entre ellos:
- Tener muchas parejas sexuales
- Comenzar con la actividad sexual a temprana edad
- Haber padecido anteriormente Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)
- Fumar
- Tener el sistema inmune debilitado a causa de alguna enfermedad o medicamento
Síntomas de alerta
Este tipo de cáncer no produce signos ni síntomas en su fase inicial, por lo que si estos se ocurren es porque la enfermedad ya está presente.
- Sangrado irregular o leve entre periodos menstruales en mujeres en edad reproductiva
- Sangrado menstrual más prolongado y abundante que lo habitual
- Sangrado posmenopáusico
- Sangrado después de mantener relaciones sexuales
- Aumento del flujo vaginal, en ocasiones con mal olor
- Dolor pélvico o dolor durante las relaciones sexuales
De igual manera, mientras avanza el cáncer pueden aparecer síntomas más intensos como:
- Dolor persistente en la zona pélvica, espalda o piernas
- Pérdida de peso, cansancio y pérdida de apetito
- Flujo vaginal maloliente y molestias vaginales
- Hinchazón de una o ambas piernas.
Tratamiento
El plan de tratamiento para atender este padecimiento será determinado por profesionales de la salud especialistas en cáncer y dependerá de qué tan avanzada este la enfermedad. El plan puede incluir cirugía para quitar la matriz o tumor, radioterapia y quimioterapia.
Dentro del tratamiento también se consideran los cuidados paliativos a fin de aliviar el dolor y sufrimiento debido a la enfermedad.
Prevención
Algunas acciones para prevenir esta enfermedad son:
- Vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH).
Se recomienda que esta vacuna se aplique en niñas y mujeres de entre 9 y 26 años. La aplicación conlleva dos dosis a las menores de 9 a 14 años y tres inyecciones para adolescentes mayores de 15 años.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la vacunación contra el VPH en mujeres adolescentes puede prevenir cerca del 70% de los casos de cáncer cervicouterino.
- Realizarte de manera periódica estudios de tamizaje para detectar de manera temprana si existe alguna lesión precancerosa en el cuello uterino. Entre estos estudios destaca el papanicolau o citología cervical y la prueba del VPH.
- Realizar prácticas sexuales seguras, usando siempre condón y teniendo solo una pareja sexual que esté libre de la infección. También limitar la cantidad de parejas sexuales que se tengan a lo largo del tiempo y evitar las parejas que participen en actividades sexuales de alto riesgo.
- Llevar un estilo de vida saludable al tener una alimentación balanceada, realizar al menor 30 minutos de ejercicio al día, evitar el consumo de bebidas alcohólicas y del tabaco.
El Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) hace un llamado a las mujeres a acudir de manera periódica a revisión médica a fin de prevenir este y otros padecimientos, o bien, para que éstos sean detectados de manera temprana y tengan mayores opciones de tratamiento y recuperación.
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