La historia de la radiodifusión en México se remonta a los años veinte, cuando se empezaron a hacer experimentos radiales con fines políticos y comerciales. En aquel entonces, las transmisiones eran notoriamente diferentes a las de hoy en día, ya que no existían programas como los que conocemos actualmente.
Fue hasta 1983 que se creó el Instituto Mexicano de la Radio (IMER), como parte de una serie de instituciones destinadas a promover la cultura y las artes en el país. Desde su inicio, el IMER se enfocó en presentar contenidos radiofónicos de interés y en ser representante de la Radio Federal.
El IMER comenzó sus operaciones el 23 de marzo de 1983 con una misión educativa, según su primer director, Teodoro Rentería Arróyave, quien afirmó que la radio tenía un cometido formativo y que la responsabilidad y la misión del IMER era contribuir a este fin. Desde entonces, el Instituto ha mantenido su compromiso con la educación y la cultura, produciendo programas para niños, jóvenes, ancianos, mujeres, obreros y campesinos.
Una de las características distintivas del IMER es que es un Organismo Público Descentralizado, con la finalidad de contribuir al fortalecimiento de la integración nacional, el mejoramiento de la comunicación radiofónica y el esparcimiento de la población. En sus primeros años, el IMER estuvo ubicado en la calle de Mérida 255, colonia Roma, pero debido al sismo del 19 de septiembre de 1985 tuvo que trasladarse a la calle de Margaritas número 18 en la alcaldía de Benito Juárez. Posteriormente, se reubicó en la calle de Mayorazgo 83, Colonia Xoco, donde actualmente se encuentra.
El IMER cuenta con cuatro estudios de grabación, el A, B, B “junior” y el C, siendo este último nombrado Ernesto de la Peña. El estudio A es considerado el más grande de Latinoamérica y ha sido el escenario de variadas personalidades nacionales e internacionales de la cultura y el mundo artístico que han ofrecido múltiples conciertos gratuitos para el público en general.
El Instituto ha destacado por su variedad musical y de contenido desde sus inicios. Además de contar con una de las emisoras más antiguas de México, la XEB, y haber transmitido hace décadas la Hora Exacta, el programa más conocido que difunde en el país es La Hora Nacional.
A lo largo de su historia, el IMER ha tenido que enfrentar diversos retos, como el sismo de 1985 que obligó a su traslado y la interrupción de los conciertos en el estudio A por falta de mantenimiento. Sin embargo, el Instituto ha logrado mantener su compromiso con la educación y la cultura, produciendo programas de calidad para todo tipo de público.
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