En una reciente reflexión en su blog, Bill Gates destacó dos demostraciones de tecnologías que le parecieron revolucionarias en su vida. La primera fue la interfaz gráfica de usuario que dio lugar a Windows, y la segunda fue la capacidad de ChatGPT, una solución basada en inteligencia artificial generativa.
Gates lleva años dedicándose a la filantropía y cree que la inteligencia artificial es capaz de reducir algunas de las peores desigualdades del mundo, como la mortalidad infantil en países pobres por enfermedades curables. Además, Gates menciona que la inteligencia artificial puede revolucionar muchos campos, como la educación, el cambio climático, la mejora de la productividad en el trabajo y la detección de enfermedades.
Sin embargo, Gates también destaca los riesgos y problemas que plantea la inteligencia artificial, como un mal uso de la tecnología o la posibilidad de que las inteligencias artificiales funcionen sin control y establezcan sus propios objetivos. Gates enfatiza que los gobiernos deben trabajar con el sector privado para limitar los riesgos y proteger a las personas de los peligros potenciales.
Gates también advierte que es probable que las empresas se centren en productos y servicios de inteligencia artificial que ayuden a los más desfavorecidos, pero el peligro es que se centren en mercados desarrollados. Por lo tanto, pide que los gobiernos trabajen en reducir las desigualdades y que la inteligencia artificial se centre en los mayores problemas del planeta.