La Refinería de Cadereyta Jiménez, perteneciente a la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex), se encuentra en el ojo del huracán tras la emisión de una gran masa de humo amarillo que causó una crisis ambiental en la zona. Según lo informado por la Secretaría de Medio Ambiente, esta planta no recibió la advertencia de clausura del Gobierno del Estado debido a que era un día inhábil.
La Secretaría de Medio Ambiente acudió a la Refinería de Cadereyta para entregar un exhorto a la dirección, en el que se señalaba que se habían detectado emisiones ostensiblemente contaminantes y se advertía la clausura. Sin embargo, el personal de la refinería se negó a recibir el escrito porque era un día inhábil. La dependencia encabezada por Félix Arratia amenazó con volver al día siguiente, cuando se esperaba que regresara todo el personal que labora en la refinería.
El personal de Medio Ambiente fue recibido por los vigilantes, quienes informaron de la ausencia del personal administrativo en las oficinas. La Secretaría de Medio Ambiente planeaba colocar el escrito en la caseta de la refinería, pero los guardias de seguridad no lo permitieron y finalmente tuvieron que colocar el documento en una de las luminarias, ubicada frente a la fachada de la refinería.
Por su parte, Pemex afirmó que el 99 por ciento del material emitido era vapor de agua y el uno restante era remanente de hidrocarburo. La salida de este vapor fue parte de un desfogue controlado que se llevó a cabo como parte de un protocolo de seguridad que no duró más de siete minutos.
Esta situación ha generado una gran preocupación en la población, ya que la Refinería de Cadereyta Jiménez ha sido un tema recurrente en los últimos días debido a las emisiones contaminantes. Es necesario que se tomen medidas urgentes para proteger el medio ambiente y la salud de las personas que viven cerca de la refinería.