Miami Beach, una de las zonas turísticas más populares de Estados Unidos, se encuentra en estado de emergencia y bajo toque de queda tras un tiroteo que dejó dos personas muertas el pasado fin de semana. Las autoridades locales han tomado medidas para garantizar la seguridad de los vecinos y turistas que visitan la zona durante las vacaciones de Spring Break.
El comisionado Alex Fernandez anunció que el toque de queda regirá a partir de las 11.59 pm del domingo 19 de marzo, hasta las 6 am del lunes 20 de marzo. Además, se tienen previstas restricciones similares desde el jueves 23 de marzo, hasta el lunes 27.
La medida afectará a la zona de la ciudad delimitada por 23 Street y Dade Boulevard al norte, Government Cut por el sur, la Bahía de Biscayne por el oeste y el Atlántico al este. Los comercios de la zona cerrarán con suficiente antelación al toque de queda para que los clientes puedan evitar infringir la norma.
Los hoteles podrán seguir operando, siempre y cuando sólo atiendan a sus huéspedes. Los servicios de comida para llevar y de recogida estarán prohibidos durante el toque de queda, excepto para los servicios esenciales, como bomberos, policía y servicios hospitalarios, incluido el transporte de pacientes.
El objetivo de estas medidas es “mitigar la conducta peligrosa e ilegal”, según explicó el comisionado Fernandez.
El tiroteo ocurrió en la zona de Ocean Drive, donde una multitud de personas celebraba las vacaciones de Spring Break. En la noche del sábado, se escucharon entre cinco y siete disparos, generando pánico entre los presentes. En la escena del crimen, los efectivos policiales hallaron tres armas de fuego y detuvieron a un sospechoso. Aún se desconoce si la persona arrestada estuvo implicada directamente en el ataque.
Cada año, la zona de Miami Beach es visitada por miles de personas durante las vacaciones de Spring Break. Sin embargo, la época también es propicia para el descontrol entre los turistas. El año pasado, las autoridades decretaron el estado de emergencia e impusieron un toque de queda en la zona turística tras los desórdenes que se produjeron y que dejaron al menos a cinco personas heridas por arma de fuego.