22º día de cuaresma
16 de marzo de 2023
III jueves de cuaresma
Sacerdote Daniel Valdez García
Estimados hermanos y hermanas en Cristo.
El Camino cuaresmal tiene Historia, Teología, Moral, Liturgia, Espiritualidad y Tradiciones-Piedad Popular.
En una apretada síntesis veamos lo siguiente y finalmente reflexionemos sobre el lugar que ocupa la Piedad Popular al menos en nuestro entorno.
HISTORIA. La Iglesia primitiva preparaba con breve tiempo la celebración de la Pascua, para el año 350 los penitentes lo hacen con mayor tiempo para la celebración anual de la Pascua; por consecuencia las personas que serían bautizadas se preparaban de la mejor manera posible teniendo en cuenta los 40 días que Jesús paso en el desierto; evidencia de ello son las homilías de san Juan Crisóstomo y el relato de la peregrina Egeria en Jerusalén. Con la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II quedó la Cuaresma como ahora la tenemos.
TEOLOGÍA. La palabra ‘Cuaresma’ viene del latín cuadragésima, es decir, ‘cuarentena’ y designa los 40 días en los cuales los cristianos nos preparamos para celebrar la Resurrección de Cristo en el día de Pascua. Inicia solemnemente el miércoles con la imposición de la ceniza, el ayuno y la práctica de la penitencia y la oración. Cristo es modelo de oración. La Iglesia hacemos camino hacia el perdón. Cristo nos invita a encontrarnos con Él. La escucha de la Palabra de Dios debe ser más atenta, pues en ella se revela a Cristo que nos llama a la conversión.
MORAL. La meta de la Cuaresma es la Conversión, así que la moral nos dice qué hacer y para qué. Dice san Gregorio Magno en su homilía sobre Ezequiel: No viene primero la moral y después el misterio, primero las obras y después la fe, sino al contrario: «No se llega de las virtudes a la fe, sino de la fe a las virtudes».
LITURGIA. La Cuaresma es el tiempo litúrgico de “preparación para la celebración de la Pascua. La liturgia cuaresmal está dispuesta para que tanto los catecúmenos como los fieles se preparen para celebrar el misterio pascual: los catecúmenos, a través de las diversas etapas de la iniciación cristiana; los fieles, mediante la rememoración de su propio bautismo y las prácticas penitenciales” (Instrucción general del Calendario Romano).
ESPIRITUALIDAD. El camino cuaresmal es ese mirar a Cristo y dejarse mirar por Él para percibir de su mirada amorosa el don y la gracia de una conversión profunda, hacia Dios, fruto de la gracia. Es una mirada hacia el verdadero centro: adorar a Dios y amar al prójimo como a uno mismo.
TRADICION-PIEDAD POPULAR. La Cuaresma en el Directoria para la piedad popular y la liturgia inicia hablando del austero signo de la ceniza del miércoles con que inicia la cuaresma y a pesar de la secularización de la sociedad contemporánea los fieles desean anticipar con gusto la veneración cultual de la cruz, de la pasión de Jesús y los dolores de su Santísima Madre. Muchos de esos ejercicios de piedad a veces resultan preciosos por su contenido y por su forma, sin embargo esta piedad popular tiene necesidad de ser iluminada para no ser contaminada. Y de esto quiero hablar hoy, pues la vocación de la piedad popular es ser expresión de la fe inculturada cuyo modelo perfecto es el acontecimiento guadalupano.
La primera lectura nos advierte de la obstinación del corazón que no escucha a Dios, y el pasaje del evangelio de san Lucas nos deja claro que Jesús vino a liberarnos, a romper con ciertas cadenas, porque no podemos solo requerimos de la gracia de Dios y de la ayuda de otros. Jesús dice que arroja a los demonios «con el dedo de Dios». En aquel tiempo los que pedían la señal sabían que Jesús se refería a la expresión usada por los magos de Egipto, al bastón de Aarón, utilizado por Moisés para dar prisa a la liberación del pueblo de Israel (Exodo 8, 15), no deja cabida a la duda, Jesús actúa para liberar a las personas, especialmente a quienes más sufrían física, moral o espiritualmente y los deshumanizaba, pero quienes se veían afectados en sus intereses por la acción de Jesús se apresuran a descalificarlo y a denigrarlo, asegurando que lo que hace es una farsa siendo cómplice del demonio porque se oponen a la liberación integral de las personas.
La Piedad Popular en sus diversas manifestaciones como las posadas, las pastorelas, las peregrinaciones, las procesiones, las representaciones de la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, los altares del viernes de dolores, los actos de penitencia, ayunos, rezo del viacrusis, los misterios y los instrumentos de la pasión. Estas y otras expresiones de piedad, promovidas en ocasiones por personas de santidad eminente, son legítimas. Sin embargo, para evitar una división excesiva deben ser iluminadas, evangelizadas y catequizadas sin hacer sentir a las fieles que que se les dan lecciones de fe o que tienen que ser actos académicos, como dijo el Papa Francisco (10 y 16, septiembre de 2022) y asegura la exhortación apostólica Catechesi Tradendae ha de ser una experiencia viva de fe que ha de ser sentida y transmitida fielmente y no sólo racionalmente (60). Que sea bienvenida, bien bendecida, apreciada y acompañada en su belleza y profundidad la piedad popular, sin verla como algo tolerado, separado u objeto de división. Todas las personas de piedad indudable y legítima que promuevan la piedad popular vean en nosotros sus pastores la ternura y bondad de Dios dispuesto a caminar juntos, eso también es sinodalidad, evitando abusar de la ingenuidad de las personas que desean expresar de manera sencilla y sincera la fe de los fieles que están en cierto modo menos formados cristianamente.
Amén, amén, Señor Jesús