• El diputado proponente, Braulio Álvarez Jasso, informó que la Secretaría de Cultura y Turismo estatal podrá trabajar en la afiliación, archivo, investigación, protección, impulso, conservación y transmisión de este patrimonio en sus distintos aspectos.
El pleno de la LXI Legislatura avaló la propuesta del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para declarar la “Danza de los Arrieros” como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de México, una actividad que surgió en San Pedro y San Pablo Atlapulco, en el municipio de Ocoyoacac.
En tribuna, el Diputado priista y Presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas, Braulio Álvarez, señaló que el objetivo de esta iniciativa es preservar y proteger esta histórica tradición para que sea de orden público e interés social, además de impulsar su respeto, fomento, conservación y promoción.
Durante la sesión plenaria el Legislador que representa al distrito II sostuvo que, a partir de esta declaración, la Secretaría de Cultura y Turismo estatal, tendrá la oportunidad de adoptar las medidas que garanticen la viabilidad del Patrimonio Cultural Inmaterial de la “Danza de Arrieros”.
En presencia de la Vocal Ejecutiva del Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas del Estado de México (CEDIPIEM), Diana Pérez Barragán, y de arrieros de distintos puntos de la entidad detalló que, dicha Secretaría, podrá trabajar en la afiliación, archivo, investigación, protección, impulso, conservación y transmisión de este patrimonio.
Además, en coordinación con las organizaciones de la sociedad civil, la dependencia estatal otorgará lo necesario para promocionarlo y preservarlo, conforme a la disponibilidad presupuestal correspondiente.
Álvarez Jasso enfatizó que esta propuesta fue respaldada con el ánimo de preservar el legado de los ancestros, mismo que se debe conservar y heredar a las nuevas generaciones, cuidando su originalidad.
Finalmente, el Legislador recordó que su propuesta fue analizada por las Comisiones Legislativas de Gobernación y Puntos Constitucionales y, de Asuntos Indígenas, con el propósito de enriquecerla y beneficiar a la población que, de generación en generación, ha defendido la “Danza de los Arrieros”, surgida de la cultura otomí.