La Ciudad de México y todo el valle de la Zona Metropolitana han sido advertidos de las condiciones de sequía en los próximos tres meses debido a la baja en las lluvias en la zona de las tres presas que conforman al Sistema Cutzamala. Según las previsiones, el caudal de agua del Cutzamala se pronostica será menor hasta en un 26%. Esta situación no solo afecta al Sistema Cutzamala, sino que también tiene un impacto más amplio en todo México.
Académicos de la UNAM han evaluado la situación y han presentado sus conclusiones en la conferencia “El fenómeno de El Niño y sus impactos en México”. Según Benjamín Martínez, investigador del Grupo de Cambio Climático y Radiación Solar del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, entre el 92% y 93% del territorio mexicano tiene lluvias mucho más bajas que sus máximos históricos. Esta baja en las lluvias representa una disminución del 45% al 50% en Chihuahua y del 5% al 20% en Nuevo León en comparación con sus máximos históricos.
Los niveles máximos de precipitaciones ocurrieron en la década de los 80, y desde entonces, las lluvias no han parado de tener un descenso marcado que coincide con las sequías cíclicas por las que atraviesa buena parte del país. En 2022, las condiciones fueron tan graves que Conagua se vio obligado a decretar el inicio de emergencia hacia mediados del año.
La Ciudad de México debe prepararse no solo para las sequías que se presentan cada tanto y por pocos meses, sino también para las sequías prolongadas. Según Martínez, no es nulo el riesgo de un fenómeno que dure varios años. Es importante que la población tome conciencia de la situación y adopte medidas para reducir el consumo de agua y hacer un uso más eficiente de este recurso vital. Es fundamental que las autoridades tomen medidas preventivas para asegurar el suministro de agua en la ciudad y en todo México. Además, se deben promover políticas públicas que fomenten la investigación y el desarrollo de tecnologías y estrategias para hacer frente a la escasez de agua en el país.
La situación de sequía en la Ciudad de México y en todo México es preocupante y requiere una acción inmediata. La población y las autoridades deben trabajar juntas para hacer frente a esta crisis y asegurar un suministro sostenible de agua para el futuro.