II martes de cuaresma
13º día de cuaresma
Daniel Valdez García
Estimados hermanos y hermanas en Cristo nuestro Señor!
Siempre es importante reforzar el objetivo que tenemos en este tiempo de cuaresma. Con el miércoles de ceniza solemnemente iniciamos el tiempo de ayuno para superar apegos, te penitencia para dejar de hacer lo que más me gusta como el caso de procrastinar, o bien hacer lo que nos gusta poner un poco de orden en nuestras cosas, nuestra familia, nuestros muebles, en nuestro auto, en la oficina; y la oración que es el mejor signo de amistad con Dios. Se reza el rosario, el viacrucis, la liturgia de las horas, la adoración nocturna, la hora de la misericordia, las novenas, pero orar es un diálogo de amistad con Dios.
Les dije el domingo pasado este año ciclo litúrgico A, Seguimos el camino más antiguo de preparación de los catecúmenos para ser bautizados en la vigilia Pascual. Y que los siguientes domingos voy a compartir homilías prácticas y didácticas, para lo cual es el pedido traer una botellita de agua de manera personal; la siguiente semana sería un paliacate y una vela, a fin de vivir la experiencia del ciego; y el siguiente domingo una pequeña piedra plana y alargada porque celebramos la resurrección de Lázaro.
He estado insistiendo en ser amigos de Dios. Ayer dejé de tarea Que alberga imagen de un Cristo crucificado escuchen que dice: “tengo sed”, tengo sed de tu fe.
Hoy voy a dar unos relatos de lo que ocurre en la naturaleza de manera biológica. Los cuervos son las únicas aves que pican a las Águilas, entonces las águilas vuelan lo más alto que puede y así los cuervos no pueden respirar y finalmente caen al vacío. Las Águilas cuando tienen 35 años o más sus uñas y su pico son curvas, y las plumas de vuelo duras y no pueden volar tan alto; el águila tiene que tomar una decisión, sube a la zona rocosa se arranca uñas y plumas, finalmente a golpea y se arranca el pico. Después de 45 días tiene uñas, pico y plumas nuevas y así su vida se duplica. Las serpientes muerden a los venados, entonces el venado corre lo más que puede y casi sediento bebe toda el agua que puede, y ésta se convierte en un antídoto que le duplica la vida. El profeta Isaías nos habla de las Águilas que corren y vuelan y no se cansarán; el salmo nos habla del ciervo que corre a las fuentes de agua viva. Para nosotros el cuervo y la serpiente significa del pecado, ¿qué hacemos cuando nos ocurre esto? ¿Somos capaces de correr, de volar y de buscar la gracia que Dios nos da para librarnos del pecado y que nuestra vida se llene de su gracia?
Isaias que la injusticia son un pecado que detesta Dios, y en el pasaje del Evangelio Jesús habla de los fariseos que les gusta ser apreciados, distinguirse dentro de los demás y que les gusta que los llamen guías, padres o maestros. Quiero decirles que el mismo cuidado que tenemos con el cuerpo eucarístico de nuestro Señor Jesucristo es el mismo cuidado que debemos de tener para con nuestros hermanos que son el cuerpo místico de Cristo, cuando no vemos en los demás hermanos, vemos contrincantes, enemigos o adversarios porque no están de acuerdo con nosotros. Yo mismo me considero indigno que me llamen padre, y por eso hago hasta lo imposible por no tratarlos como si yo fuese un padrastro. Por favor, entre ustedes no se traten como hermanastros. De otra manera seríamos fariseos que hacemos una cosa y decimos otra. Ser amigos de Dios nos compromete a ser más responsables en nuestro trato con nosotros mismos y con los demás.
Hoy la tarea es pensar seriamente ¿con qué actitud comulgo el cuerpo eucarístico de Cristo, y cómo trato a mis hermanos que son el cuerpo místico de Cristo?
Amén, amén, Señor Jesús.