El Sistema Cutzamala, importante creación hidrológica de los años 80 y al día de hoy continúa funcionando.
Seis subcuencas de captación, siete presas derivadoras y de almacenamiento, seis estaciones de bombeo y una planta potabilizadora son los componentes por los que se integra el Sistema Cutzamala.
La finalidad con la que fue creada es como una obra de captación, almacenamiento, conducción, purificación, trasbase de los estados de Michoacán y CDMX (Cuenca de Balsas), siendo distribuidor de agua dulce que funciona todos los días del año.
La obra de ingeniería hidrológica fue concluida en los años ochenta para abastecer un servicio primario para los habitantes primordialmente de la Zona Metropolitana del Valle de México (Cuenca del Valle de México), siendo beneficiada un 24% de su población n y que en el período de estiaje esta proporción llega a ser de hasta 35%-, y la Ciudad de Toluca (cuenca del Río Lerma)
“El Cutzamala” es un sistema de presas que ha cambiado su función original (dotar de agua para generar electricidad y riego para la agricultura) para abastecer del vital líquido a la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).
Mediante este sistema en su porción más lejana, el agua baja por gravedad de la presa de Tuxpan a la del Bosque en el estado de Michoacán y la presa Colorines en el estado de México; después se sube por bombeo a la presa de Valle de Bravo y hasta la planta de Berros (en el municipio de Villa de Allende Estado de México), donde se potabiliza (mezclando el agua que baja por gravedad de Villa Victoria) bombeando toda el agua y tener impulso para descender hacia la Ciudad de México por gravedad.
Es la infraestructura más grande del país para abastecimiento de agua potable y considerada una de las 10 obras más importantes del mundo en su tipo, ya que debe bombearse entre 14 y 15 metros cúbicos por segundo (14 y 15 tinacos de mil litros por segundo) de agua, desde una altura de 1,600 metros sobre el nivel del mar en su punto más bajo, hasta los 2,702 metros sobre el nivel del mar en su punto más alto (lo equivalente a 12 veces la altura de la Torre Mayor de la Ciudad de México), a través de seis plantas de bombeo que emplean 2 mil 280 millones de kilowatt (la misma energía eléctrica que consume toda la ciudad de Puebla cada hora) y conduciéndolo a través de 334.4 kilómetros de canalizaciones primarias, compuestas por acueductos de tubería metálica o de concreto, túneles y canales abiertos.
El Sistema Cutzamala es una obra que en su tiempo figuró entre las proezas de la ingeniería hidráulica mundial (aunque hoy en día no deja de sorprender), el cual es un reflejo de la política del manejo del agua “de singular visión”, como respuesta a las necesidades de dos grandes zonas metropolitanas cuya población y actividades no cesan de crecer.
Los antecedentes para crear este complejo sistema se remontan a la problemática presentada en el Valle de México, la cual es una de las regiones del planeta que ha sufrido las más profundas transformaciones ambientales.
Desde principios de los años cuarenta las autoridades reconocieron la magnitud y la complejidad de los problemas de la gestión de los recursos hídricos en el Valle de México, planteándose desde entonces la posibilidad de efectuar un trasvase desde otra cuenca hidrológica.
En las décadas de los 50’s y 60’s la extracción del agua subterránea se magnificó, el crecimiento natural y social de la población rompió el equilibrio hidrológico de la cuenca del Valle de México.
La concentración demográfica, aunada al proceso histórico de desecación y al nulo aprovechamiento de las aguas pluviales, requirió la búsqueda de alternativas de abastecimiento para la ciudad.
La explotación de los recursos hídricos del valle se inició con una serie de obras para captar las aguas de los manantiales que se encontraban al sur poniente de la ZMVM y los que alimentaban las ciénegas del Alto Lerma, este último con la construcción de un acueducto de 60 kilómetros desde Almoloya del Río en el Estado de México hasta los tanques de Dolores en Chapultepec en el Distrito Federal (hoy Ciudad de México), con lo que inicia el proyecto Lerma.
El Sistema Lerma aunque distante, ofrecía una alternativa para los problemas de desabasto en el Valle de México.
Para los años setenta en una segunda etapa, se construyó una red de 230 pozos profundos ubicados en el valle de Toluca y en las zonas de Ixtlahuaca y Jocotitlán para aumentar la disponibilidad de agua en la ZMVM.
Con el sistema Lerma se sustentaría décadas después el Sistema Cutzamala, iniciando con ello la importación de agua de otras cuencas (primero la Cuenca de Lerma y posteriormente la Cuenca del Balsas).
Sin embargo, la expansión urbano-industrial en el Valle de Toluca y Lerma generó cambios importantes, en particular en la transformación del paisaje rural y ambiental de su territorio.
De tal forma que la nueva configuración territorial, a nivel urbano se expresó desde los años sesenta en un proceso de metropolización del valle de Toluca, y el efecto fue doble, generando una mayor presión sobre los recursos naturales de los municipios mexiquenses.
Esto conllevó a formas diferentes de apropiación del agua, suelo y bosques, que contrastaron e incluso nulificaron las formas tradicionales que existían en las sociedades rurales involucradas.
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