El ilustre escritor Francisco Zarco escribió en una crónica de 1851 que los mejores casimires hechos en México eran los fabricados en San Ildefonso. Esa distinción persiste con orgullo, hasta el día de hoy.
En el siglo XVII, se inicia la industrialización con las fábricas textiles de El Molino Viejo, La Colmena y la de Río Grande en San Ildefonso. Estas empresas fueron determinantes para la economía local; sin embargo, en la actualidad sólo prevalece la Fábrica de Textiles San Ildefonso, que ha traspasado fronteras al exportar sus casimires a diversas partes del mundo.
Para trasladar materias primas y productos acabados desde Nicolás Romero hasta Ciudad de México fue necesario construir vías férreas para que circulara el ferrocarril de Monte Alto, convertido en toda una tradición para el municipio.
Cerca de la fábrica hay una iglesia dedicada a la Purísima Concepción que data del siglo XIX. Otro templo es el de San Ildefonso, cuya festividad se celebra el 23 enero al son de las bandas del pueblo, que van desde la música del maestro Estrello hasta la herencia del maestro Valle; se organizan juegos en el frontón, partidos, feria, venta de antojitos mexicanos y comida típica de la región.
A orillas del Río Grande creció una fábrica y se urdió un pueblo, con él las colonias de obreros que llevarían los nombres de Zacatecas, Buenos Aires, Californias, Chicago, Cuba, Las Coloradas y Buenavista. Actualmente, San Ildefonso tiene al Parque Sarabia como centro; aún de pie persisten el Salón de Actos, la Casa de la Asegurada y, como fortaleza, la clínica del Seguro Social. ¡No dejes de visitar San Ildefonso!
Hoy se celebra la primera fiesta patronal del municipio de Nicolás Romero, esto en el pueblo de San Ildefonso.