Antes de intentar viajar a la velocidad de la luz, fue en 1947, cuando nosotros como especie superamos por primera vez la velocidad del sonido, allanando el camino para el jet comercial Concorde y otros aviones supersónicos. Pero, ¿alguna vez será posible viajar a la velocidad de la luz?
La velocidad de la luz en el vacío es de 299.792,458 kilómetros por segundo, aunque siempre suele decirse que es de 300.000 kilómetros por segundo para aproximar y que es lo mismo que decir 1.080.000.000 kilómetros por hora. Sorprendente, simple y llanamente.
¿Qué pasaría si nos moviéramos casi tan rápido como la velocidad de la luz?
El ser humano que viajara a casi la velocidad de la luz experimentaría una ralentización del tiempo. Para esa persona el tiempo se movería más lento que para alguien que no se estuviera moviendo. Por ejemplo, si una persona viaja al 90% de la velocidad de la luz durante 20 minutos, esa persona experimentará solo 10 minutos de tiempo, mientras que una persona que permanece estática experimentará 20 minutos, el doble.
La luz está compuesta de fotones, que son una partícula muy particular, valga la redundancia. No solo no tienen masa, sino que tampoco necesitan acelerar ya que están a la máxima velocidad desde el momento en que son creados, es decir, que desde su nacimiento están a 299.792,458 kilómetros por segundo.
Lo único que se ha acercado es la sonda espacial Parker, desarrollada por la NASA, que logró viajar a 150 kilómetros por segundo.