El fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, ha sido sometido a una operación de la columna en una clínica de Estados Unidos de la que aún se encuentra en recuperación. En su lugar, ha quedado de encargado de despacho el fiscal especial Juan Ramos, mano derecha de Gertz, según han confirmado dos fuentes de la FGR. El funcionario ya está de regreso en México, y se espera que la próxima semana retome las riendas de la institución, han añadido las fuentes.
Las complicaciones de salud del fiscal, de 83 años, explican su ausencia de las reuniones bilaterales de la Cumbre de Líderes de América del Norte hace una semana. El estado en el que se encuentra su salud se ha mantenido en el mayor hermetismo. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha hablado esta mañana sucintamente del tema, pero minimizó su relevancia pública. “Está muy bien Alejandro Gertz Manero, está haciendo su trabajo. Pues como todos, necesitamos a veces de alguna reparación”, ha dicho en su conferencia diaria. “Está muy bien, es una buena persona, un buen servidor público, y está trabajando”.
López Obrador no dio más detalles sobre la salud del fiscal. Las fuentes de la FGR consultadas por este diario han dicho que el círculo de fiscales especiales —segundos en jerarquía después del fiscal general— tienen conocimiento de la operación de la columna vertebral, pero desconocen el padecimiento. Juan Ramos, titular de la Fiscalía Especializada de Control Competencial, ha asumido las riendas de la institución, como indica la Ley de la Fiscalía General de la República. Ramos es un abogado de todas las confianzas de Gertz. El fiscal general ha depositado en sus manos los expedientes más relevantes y de mayor impacto político, como los relacionados con el abogado Juan Collado, el exdirector de Pemex Emilio Lozoya y el exconsejero jurídico presidencial Julio Scherer. En caso de ausencia definitiva del titular de la FGR, Ramos permanecería de encargado hasta que el Senado de la República nombre a un nuevo fiscal, de acuerdo con la ley.
Gertz no participó en los encuentros bilaterales de altos funcionarios de México y Estados Unidos que formaban parte del programa de la Cumbre de los Three Amigos. En su momento, el canciller Marcelo Ebrard ocultó las verdaderas razones de la ausencia del fiscal general. En lugar de dar a conocer que Gertz atravesaba complicaciones de salud, Ebrard dijo a la prensa que no asistió porque no se le avisó con tiempo de la agenda y que el fiscal tenía otros compromisos.