¿Por qué roncamos?
Si a la hora de dormir te vuelves una pesadilla para quienes duerman junto a ti, por qué roncas; entonces es importante saber por qué roncamos y cuáles son las opciones para dejar de hacerlo.
De acuerdo a las explicaciones médicas, el ronquido es un fuerte sonido que se origina cuando se produce una obstrucción parcial de la respiración al dormir.
Dicha obstrucción generalmente nace en la parte posterior de la boca y de la nariz, incluyendo el principio de la lengua, el paladar blando, la úvula y la faringe. Es así que el paladar blando y la úvula producen una vibración que genera el sonido característico del ronquido.
¿Cuáles son los tipos de los ronquidos?
- Esporádico- se produce en ocasiones concretas, por ejemplo, después de beber alcohol o por un catarro en la nariz.
- Habitual- la persona ronca siempre.
- Postural- Este puede estar relacionado con una postura determinada, como boca arriba la más común.
- Aislado – Puede convertirse en una auténtica molestia en casa, impidiendo el descanso además personas.
Entre otros esta la apnea del sueño.
Los motivos
- Bebidas alcohólicas o fármacos
- El sobrepeso, podría generar acúmulos grasos en el cuello o las amígdalas
- Vegetaciones, o adenoides, muy grandes que son desarrollos excesivos de los tejidos de la garganta
- Longitud del paladar. Un paladar blando y una úvula muy extensas hacen que sea más reducida la zona de la faringe que comunica con la cavidad bucal y nasal.
- Problema en la respiración nasal. Si la nariz presenta una obstrucción en sus cavidades, implica que la persona necesite un mayor esfuerzo para respirar por la nariz.
- Anatomía, como un cuello con poca longitud.
- Hereditario. Es habitual que haya roncadores en una misma familia.
Tips para evitar el roncar
Pero si el ronquido no esté relacionado con otros problemas, esto podría ayudar.
- Mantenernos activos físicamente
- Eliminar el exceso de peso
- No beber alcohol a partir del final de la tarde
- Evitar cenas copiosas
- Cenar un par de horas antes de irnos a la cama
- No tomar tranquilizantes ni antihistamínicos durante la noche
- Adoptar una postura de lado en lugar de boca arriba o decúbito supino
- Mejorar la respiración por la nariz
- No fumar porque el tabaco congestiona la faringe y la nariz, lo que beneficia el ronquido
- Mantener elevado el cabecero